Trilogía del Jardín Químico: #1. Efímera.#2. Fiebre.#3.
Opinión Personal:Tenía muchas ganas de leer este libro, su portada me llamaba mucho la atención, así como su sinopsis. Efímera es un libro distópico que se ambienta en un mundo futuro en el que todos los continentes, a excepción de Estados Unidos, han desaparecido y donde la población masculina vive hasta los veinticinco años y la femenina hasta los veinte.
Haciendo la vista gorda a lo de que sólo Estados Unidos sobrevive a la catástrofe que tuvo que ocurrir, pero que no se menciona ni se explica a lo largo del libro como a mí me hubiera gustado para descubrir los motivos, el libro me ha causado sensaciones contradictorias: me ha gustado el planteamiento, la idea que tiene la autora al crear este mundo tan efímero (y nunca mejor dicho), pero me ha decepcionado, e incluso no me ha convencido, en otro tipo de conceptos.
Lo primero que me ha causado cierta impresión es que, a parte de que a las chicas las secuestran de mala manera, las tres esposas convivieran y compartieran a su marido como si tal cosa; y que la más pequeña de todas fuera la que asumiera esa responsabilidad, mientras que la protagonista no lo ve bien, pero tampoco hace nada por impedirlo, y su principal preocupación es mantenerse pura. Pero como la historia se basa en tener hijos para encontrar una cura a ese extraño virus que causa la muerte a tan temprana edad, he acabado aceptándolo aunque un poco a regañadientes.
Rhine es la protagonista principal de la historia, es ella quien la cuenta, por lo que se la puede conocer algo mejor que al resto de personajes, pero la información que se aporta de ella me ha parecido insuficiente y poco profunda. Me hubiera gustado saber más de ese hermano gemelo que tiene, Rowan, o de sus padres ya fallecidos. Sin olvidar que piensa de una manera y luego actúa de otra totalmente diferente y no hace nada para intentar evitar ciertas injusticias que se ven a lo largo de la historia.
Jenna, la esposa más mayor de Linden, me ha gustado mucho, es una chica que sabía perfectamente lo que se hacía; al contrario que Cecile, la esposa más joven, que me ha desquiciado en más de una ocasión y me ha parecido insufrible, a pesar de que a veces me causaba lástima por todo lo que vivía a su corta edad.
En cuanto a Linden, no me ha terminado de convencer. Vive dentro de una burbuja, en un mundo donde su padre, el Amo Vaughn, un ser escalofriante y perverso, lo controla todo y él no hace tampoco nada para impedir que así sea. Y Gabriel es el personaje masculino que más me ha gustado, pero no se le ha dado el protagonismo que se merecía, se le podría haber sacada más jugo y en cambio a quedado relegado a un tercer plano.
Me hubiera gustado que la ambientación no estuviera basada simplemente en la casa en la que viven las tres esposas, el marido, el suegro y todo una horda de criados. Creo que hubiera estado bien que la autora describiera algún que otro escenario del mundo en el que viven, a parte de las fiestas a las que asistían.
Durante las casi primeras cien páginas, me ha costado muchísimo engancharme a la historia, y bien sabe Dios que he estado a punto de tirar la toalla y dejarlo apartado porque no pasaba nada interesante que llamara mi atención y me instara a seguir leyendo. Ahora me alegro de haber continuado con el libro hasta llegar a su fin porque, si bien es cierto que le tenía muchas ganas, su principio me decepcionó un poco y ha habido cosas que no me han terminado de convencer, ha sido un libro que me ha aportado una lectura entretenida y la historia en sí me ha parecido original.
Fiebre es su segunda parte y quiero darle una oportunidad, porque no pierdo la esperanza de que la cosa mejore y la protagonista reaccione y sea fiel a sus pensamientos.
Puntuación: