Triodos. Adiós. Podrás ser un banco sostenible pero no eres ético

Por Uncafelitoalasonce

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“No basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo” – Anónimo

Adiós Triodos

Todos tenemos palabras resorte. Palabras que una vez leídas o escuchadas nos hacen automáticamente centrar la atención. En mi caso hay muchas, pero por ejemplo, bio y sostenible son dos de ellas. Supongo que se debe mi formación como biólogo. Quizá por este motivo fue por el que asistí hace muchos años a una Feria de Biocultura, biología y sostenibilidad. Pero no nos engañemos, precisamente mi propia formación me enseñó a desconfiar de ambos términos, porque en muchos casos lo que pensábamos que era bio o sotenible ya no lo era tanto.

Fue en una de esas ferias en las que tuve un primer contacto con Triodos, “Banca ética y sostenible”. ¡Bingo! Automáticamente captó mis sentidos. De hecho me parecía algo imposible, un oxímoron (sí, confieso que he consultado la wikipedia para asegurarme de que estaba usando bien el término). ¿Una banca puede ser ética y sostenible? ¿No son todos unos golfos que solo quieren beneficios a través de la usura?

Me quedé con la idea y aunque no me hice cliente siempre los tuve en el radar. Finalmente me decidí a hacerme cliente, no por criterios éticos o de sostenibilidad, sino por seguir los consejos de organización de cuentas de Ramit Sethi. Pensé que era una buena idea, separar los huevos en varias cestas y automatizar las finanzas personales. ¿Qué mejor sitio que un banco ético y sostenible como Triodos?

Antes de llevar a nadie al pánico financiero. Con el post de hoy no quiero denunciar una posible falta de credibilidad financiera de Triodos. De hecho, yo, hasta la fecha no he tenido ninguna pega, y estoy bastante seguro de su solvencia y del cumplimiento de todas las normativas legales. Al menos, hasta donde yo se.

El caso es que voy a cancelar mi cuenta en Triodos y nunca volveré a abrir una por los motivos que expongo a continuación.

La cuestionable ampliación de capital de Triodos

Hace ya un tiempo, Triodos lanzó lo que se podría considerar como una ampliación de capital. Como yo tenía un fondo de inversión que acababa de finalizar, me revisé la oferta de Triodos a ver si me podría interesar. En una ampliación de capital, una entidad lanza una oferta, en general en forma de acciones, con las que conseguir dinero para hacer más actividades. También puede ocurrir, como en el fraude de las preferentes, que quieren tapar agujeros. El caso es que me leí el folleto explicativo. Sí, se trataba de una ampliación de capital, pero con limitaciones porque no eran acciones. Sino una especie de participación preferente. No me gustó y no participé.

¿Por qué no participé? Si compras una acción siempre puedes volver a venderla en el mercado y ganar o perder lo que corresponda. Sin embargo, estas “acciones” de Triodos, solo las podrías vender a otro interesado en Triodos. Raro y complicado.

Sin embargo creía comprender los motivos de esta forma de actuar. Siempre pensé que el modelo de Triodos era especial por una buena razón. Con modelo me refiero a su gestión. Si una empresa o un banco, vende acciones al público, “teóricamente” cualquier con suficiente dinero podría comprarlas y hacerse con el control de la entidad (simplificado). Por tanto, como Triodos tiene fines “éticos y sostenibles”, para evitar esto, tenía una estructura distinta. Parecía razonable.

Por otro lado, aunque sus rentabilidades no eran muy altas, uno asumía que no era así porque evitaban especulaciones financieras más lucrativas en favor de otras de menos rentabilidad pero más seguras o más sostenibles. Es decir, que en vez de jugar con fondos de inversión que hagan compra-vente de armas, daban créditos a emprendedores en turismo rural. Es cierto, pero no es toda la verdad.

La ética se tambalea

Los dos motivos expuestos anteriormente tienen una explicación. Veamos.

La primera duda sobre Triodos salió a raíz de este post en el blog salmón, donde criticaba su ampliación de capital. Más o menos expresaba las mismas dudas que os he comentado antes. Pero realmente lo que me ha motivado a no trabajar nunca más con Triodos fue este otro: Antroposofía: la secta y su banco (Triodos). Leedlos si queréis y luego volver, o usar ReadIt Later

El caso es que Triodos fue fundada por una secta conocida por Antroposofía, cuyo fundador fue un personaje llamado Rudolph Steiner, que entre otras lindezas, negaba la evolución o que sostenía que los únicos seres humanos capaces de pensar con la razón eran los arios. Como he dicho leer los posts que os enlazo, no quiero plagiar sus contenidos.

Uno puede pensar que, vale el fundador pudo tener ciertas ideas pero luego ir cambiando o que ahora no tengan sentido y que Triodos o la antroposofía evolucionaron con el tiempo. No es el caso. En asboluto. La junta directiva de Triodos está llena de personas que militan en la Antroposofía, los beneficios (que los tiene) van a parar a financiar chorradas como escuelas antroposóficas o agricultura biodinámica (que se basa en los signos del zodíaco). Además, también financian escuelas cuyos contenidos educativos han sido ya cuestionados.

¿Os parece ético que Joan Antoni Melé en sus famosas charlas sobre los bancos habituales y lo malos que son se le olvide comentar este detalle? A mi no. Yo quiero la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Para mí, eso es transparencia y eso va de la mano de la ética.

No me parece mal que una asociación o secta mejor dicho, monte un banco para lograr sus fines o captar fondos, siempre que cumpla con la ley, pero yo quiero saber qué hay detrás. Bien es cierto que podría y debería haber investigado más por mi cuenta, pero estos pequeños detalles no los encontrarás directamente en su página web por ningún lado. Tienes que acceder a sus cuentas de resultados, y buscar los nombres de los directivos por internet. Ahí sí, puedes empezar a tirar del hilo.

Uno puede pensar “bueno, sí Triodos es de una secta, pero ¿no es peor un banco controlado por X?” Para mi no. No, porque ahora que lo sé, mi propia ética me impide apoyar algo así. Entre otras cosas, uno podría “soñar” con llegar a controlar un banco vía compra de acciones y dirigir sus acciones hacia otros fines, pero esto con Triodos, por su propia estructura, jamás será posible porque las designaciones ni siquiera dependen del dinero, sino de una elección personal.

Por otro lado, si parte de los beneficios van a la Antroposofía, ¿cómo se yo que los criterios para que concedan un crédito a una excelente iniciativa de turismo rural sostenible, no se van a ver afectados por una petición simultánea de crédito de alguna otra asociación antroposófica? Es imposible saberlo, y no se pueden pedir cuentas, porque criterio para otorgar créditos siempre estará en duda. Nunca sabré si lo hacen para beneficiar a los suyos, o porque realmente es lo mejor desde el punto de vista ético, financiero o ambientalmente sostenible. Ante esa duda…

Adiós Triodos

No digo que los demás bancos sean más éticos, problablemente Triodos siga haciendo una buena labor social, pero yo con mi dinero y con mis ahorros me niego a financiar una secta. Lección aprendida, por eso la comparto con vosotros. Porque intuyo que más de uno habrá caído en las palabras resorte igual que hice yo. Como he dicho, no es cuestión de solvencia. Es cuestión de que si abanderas la ética, lo haces con todas las consecuencias.

Por cierto, no tengo ningún tipo de interés en ninguna otra entidad financiera. De hecho, me gustaría que bancas o cajas con principios como algunos de los que promueve Triodos fueran más comunes, pero quiero la verdad.