o cómo librarse de ir al cole
Rememorando mi infancia, recuerdo que me gustaba mucho ir al cole. Soy la pequeña de 3 hermanos y cuando ellos iban al cole y yo me quedaba en casa me daba una rabia tremenda!. Cuando empecé el colegio iba entusiasmada, feliz, ya era mayor!, al cole como mis hermanos…. Poco a poco fui teniendo mis días mejores y peores, había mañanas que me costaba horrores ir, quería seguir durmiendo!, o no me apetecía, sin más. Yo veía a mi hermano mayor de vez en cuando, hacer de las suyas: simular dolores de tripa, poner el termómetro en la bombilla para que se calentara…..(esto normalmente no colaba, porque eso de que mi hermano tuviera 45º no podía ser,jajajaj). Así que, no voy a negarlo, alguna vez simulé dolor de tripilla para no ir al cole. Lo del termómetro ya me di cuenta que había que tener mucha precisión con la bombilla y no lo hice nunca. Creo recordar, que alguna vez simulé también dolor de oídos, y me puse un algodón en la oreja para ir al cole, y darle un poco de penilla a la maestra….era fina yo también!!!. Yyyyyy, ahora lo estoy viviendo en mis propias carnes con mi hijo mayor, en el papel de mamá!!!. Estos hijos míos siempre están con sus catarros y problemas de bronquios, y reconozco que soy un poco paranoica con el tema de la salud. Así que mis bichos se han dado cuenta que es mi punto débil, y cuando me dicen que se encuentran mal, pues ya me tienen cogidita por los bajos!!!. Pero lo de hoy, ya no ha colado. El mayor se ha levantado con dolor de tripa, que no digo yo que algo le doliera, pero bueno…..he llamado al cole que no iba, y ya se le ha puesto cara de felicidad repentinamente. Todo la mañana ha estado muy bien, sin mala cara, y ningún conato de vómito. Luego, me ha visto tomarme a media mañana un café y galletas y se ha unido a la fiesta, y se ha metido un cola-cao y un bizcocho de chocolate, que le ha sentado de lujo!. A la hora de comer, ya ha empezado el teatro: “solo como un poquito de sopa, que me duele la tripa”, con una cara de pena que para qué!!!. Su padre se lo ha tragado de pleno y yo, en mi papel de mala malísima no me lo he tragado. Luego papá ha ido a hablar con él, y HA CONFESADO!!!, no quería ir al cole, porque le dolía la tripilla un poco y porque no quería ir a baloncesto, que no quiere y no quiere. Después de la confesión le hemos dicho que todo esfuerzo tiene su recompensa, y que no tiene que volver a hacer esto, bla, bla, bla, ….charla psicológica. Veremos lo que le dura……todo sea que ahora sea verdad lo de la tripa, y me llamen del cole que está malísimo
, porque esta tarde ha ido…..en fin, paciencia, que es la madre de la ciencia!.