Triturando entrenadores en busca del estilo perdido

Publicado el 18 mayo 2010 por Damsam

Diez entrenadores en diez años. Lo repito diez entrenadores en diez años.A saber,  Del Bosque, Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro, Capello, Schuster, Juande Ramos y Pelegrini. De estos diez técnicos, siete, si contamos a Pellegrini que ya está en capilla, habrán sucumbido bajo el mandato de Florentino Pérez. Y de esos siete, solo Vicente del Bosque conquistó algún título importante, es decir, Liga, Copa o Champions. Si tenemos en cuenta que el actual seleccionador se marchó en el 2003, nos da como resultado que Florentino ha dilapidado 4 temporadas y seis técnicos para ganar... nada.
Esta y no otra es la lacra del Real Madrid. La inercia del fútbol y la pasión que genera en los aficionados, provoca en ocasiones la amnesia voluntaria o emotiva. En realidad, si le preguntan a un servidor en que año llegó Rijkard, que ganó o cuantas ligas nos dió Van Gaal, tendría que buscarlo en la wikipedía para asegurarme de no decir cualquier estupidez. Vamos, que por regla general el aficionado se acuerda de las dos últimas temporadas, como mucho. Sin embargo conviene de vez en cuando hacer resumen de lo vivido, más aún si las cosas no salen como uno tenia previsto. En el caso del Barça quizá no sea necesario, ya que el balance de la última decada es satisfactorio y lo que es mejor, hemos visto a un equipo que sabe a lo que juega, con un criterio futbolístico claro y una filosofía de club diafana, independientemente de que se hayan ganado o no títulos. Sin embargo el caso del Real Madrid es diametralmente distinto. Si uno hace memoria, verá que el conjunto blanco se ha dedicado durante estos diez años a dar bandazos filosofales y a confundir criterios que antaño estaban claros y que además impregnaban el ADN de todos los estamentos del club.
Pretender que un equipo tenga claro un estilo de juego y una idea futbolística, utilizando para ello a diez entrenadores en diez años, me parece algo mezquino. Es como pedirle peras al olmo o que el invierno perdone a un rosal, vive Shakira. El Real Madrid se ha convertido por méritos propios en una máquina trituraentrenadores implacable. Cualquier técnico que llega a la casa blanca, es sometido a una presión asfixiante por parte de medios de comunicación, aficionados impacientes y directivos aburridos, todo ello respaldado por un inmovilismo emocional de Florentino, que en lugar de apoyar a su técnico, azuza las ascuas con sus silencios cobardes o su delegación Valdaniana mal entendida.
Vive el Real Madrid en los últimos tiempos sumido en un caos de impaciencia enfermiza. Lo he dicho muchas veces y lo repito ahora. Los megafichajes no solucionarán los problemas del Real Madrid. Puede que algún día ofrezca resultados a corto plazo, pero nunca solucionaran verdaderamente el problema. Y es que un edificio se construye por los cimientos y no por el tejado. El Real Madrid debe primero encontrar a su Moises, su guia, alguien que alumbre el camino y marque la dirección a seguir. Esa figura que encontro el Barça allá por el 90 llamada Johan Cruyff. Una vez determinado el gurú, hay que marcar la política de cantera. Solo asi se asegurará el futuro de la entidad. Los chavales deberán crecer imbuidos e impregnados de la metodología y axiomas del Cruyff blanco para que su adaptación a la primera plantilla sea rápida y exitosa. Después hay que contratar a un técnico que tenga línea directa con el profeta, que crea a pies juntillas en sus enseñanzas, sus mandamientos y su idea futbolística y que a la vez, sea suficientemente competente para ponerla en práctica sobre el césped. Por último, hay que contratar a jugadores que se adapten a ese estilo marcado desde las altas esferas y que sepan convivir con la cantera local. Da igual si el jugador es mediático o no, si vale 20 o 90, lo importante es que su juego encaje en el concpeto global.
¿Se consigue todo esto en un año o cambiando de entrenador al primer revés? No. Mientras el Madrid crea que la solución a todos su problemas está en CajaMadrid, el Barça puede vivir tranquilo, de eso no tengo duda. Está claro que tarde o temprano los blancos conquistarán algún título, pero nunca alcanzarán la madurez necesaria para tratar de tú a tú a los culés.
Por suerte compruebo estos días que el aficionado merengue no es estupido. En foros, webs o en la misma calle, la gente que de verdad quiere al Madrid está pidiendo hoy la continuidad de Pellegrini. Les entiendo. el chileno, con un presidente sensato, podría convertirse en ese gurú del que hablabamos antes, como lo pudo ser en su día Del Bosque. Por desgracia, el ser superior se ha tomado su mote demasiado a pecho. Se ha creido que el Moises del Madrid, es él. Una lástima.