Triunfito

Si, fue un triunfito

Un triunfito es un cantante de orquesta y generalmente mediocre de perfil bajo o muy bajo que no les quedó más remedio que apuntarse a un Gran Hermano musical para vender su mierda de música o hacerlo de forma más fácil y sin esfuerzo.
Suelen ser elegidos jóvenes para poder ser fácilmente manipulables, endosarle singles y discos que ni Iván Gardesa aceptaría y tras exprimirlos, darles la patada.
Los hay quien ha conseguido relevancia musical, mediática y los que no se han comido una mierda.
Primera fase
Por lo general, en los mejores casos, los tres primeros años todo es de color de rosa, fama repentina, lanzamiento de bragas y melafos en Forocoches. Los discos y singles de dudosa calidad se venden a mansalva por el tirón del programa.
Otros consiguen cierta relevancia en algún single o con suerte, su primer disco.
Algunos ni eso. Tal cual salieron de la academia se fueron a casa.
Segunda: Negación

Fue a OT y acabó
En Los Lunis

Una vez pasada la fama viene la realidad. Los singles y discos que les endosan siguen siendo igual de infumables, pero ya no cuelan. Caen las ventas a una velocidad tan grande que las discográficas los echan, por mucho rollo que hayas oído de que piden la carta de libertad.
Sacan material "Más adulto y más personal" pero no suele colar.
Actualmente envían notas de prensa a FormulaTV, Bekia o cualquier diario digital que publique que desafía la censura en Instagram, una polémica de Twitter o cualquier cosa para rellenar.
Tercera fase: Ira
Tras eso, la mayoría opta por rendirse y volver a su vida de antes y se desvinculan de OT. Algunos echan la culpa a una mano negra.
Algunos se agarran con uñas y dientes a la fama y se apuntan a preselecciones de Eurovisión, cualquier talent musical, acaban como Supersingle o lo intentan con discográficas de bajo fuste y evidentemente fracasan.
Otros más desesperados, recurren al crowfounding.
En casos más graves, incluso vuelven a la academia.
Cuarta fase: Reinvención

Algunos tarda años
En esta fase

Al ser triunfitos nadie les toma en serio, así que cambian de apariencia, estilo, idioma. Incluso van a Supervivientes o Gran Hermano Vip. No suele funcionar.
Quinta: Depresión y aceptación
Tras agotar todas las vías y las escusas, optan por aceptarlo y abandonan la música para volver a su vida. Otros acaban de colaboradores de programas cutres o jurados.
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