Guión: Adam Horowitz, Richard Jefferies, Edward Kitsis, Brian Klugman, Steven Lisberger, Lee Sternthal
Música: Daft Punk
Reparto: Garrett Hedlund, Jeff Bridges, Olivia Wilde, Michael Sheen, James Frain, Bruce Boxleitner, Beau Garrett, Anis Cheurfa, Conrad Coates, Daft Punk, Serinda Swan, Yaya DaCosta, Amy Esterle, Brandon Jay McLaren, Elizabeth Mathis, Michael Teigen, Steven Lisberger, Owen Best
SINOPSIS
La historia de ‘Tron Legacy’ se desarrolla veinte años después de la desaparición en circunstancias extrañas de Kevin Flynn (Jeff Bridges), creador del videojuego más vendido de la historia y líder de la multinacional Encom, compañía que ha heredado su hijo Sam (Garret Hedlund) y que ha dejado en manos de codiciosos directivos, entre ellos Alan Bradley (Bruce Boxleitner, Tron del film original). Bradley comunica a Sam que ha recibido un mensaje de su padre, proveniente de su antiguo salón de juegos, y este a pesar de sus dudas, visita para descubrir una oficina secreta y la entrada al mundo virtual de ‘Tron’ y donde se propone hallar el paradero de su progenitor.
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CRÍTICA
‘Tron’ (1982) fue para los ochenta más que film representativo, un concepto, una idea, un borrador de lo que podía ser el cine en el futuro, significaba una revolución ver mezcladas imágenes generadas por ordenador (CGI) con imágenes reales. Hoy en día la senda que empezó a trazar la mítica cinta de Disney, es el hábitat natural del cine contemporáneo, la integración es tal, que dentro de pocos años será difícil distinguir entre real y ficticio.
Más allá de esos cimientos (que la han aupado a ser film de culto), la original cinta dirigida por Steve Lisberger se distinguía por ofrecer más buenas intenciones que un producto realmente consistente, y no se alejaba demasiado de otras propuestas de cine de aventuras para un público más bien infantil y poco exigente, sin embargo hay que reconocerle un punto de personalidad y estilo necesarios para sobrevivir durante tantos años y las comparaciones más odiosas. (No olvidemos que 1982 fue el año que se estrenó ‘Blade Runner’).
‘Tron Legacy’ es una secuela que muchos pensaran que llega tarde, personalmente creo que llega en el mejor momento que podía llegar, ante la consolidación del cine digital y el auge del 3D, que pretende como en su momento propuso la cinta original, añadir una dimensión de sensaciones y experiencias dentro de una sala de cine, y esta película en ese sentido es espectáculo puro, puesto que está realizada en gran medida para disfrutarla en la gran pantalla y en todas sus dimensiones.
Desde luego quizás esté sea el film que mejor y más consecuente uso le da al formato 3D (más que incluso en ‘Avatar’), puesto que la utilización de las gafas 3D sólo es necesaria cuando nos adentramos al mundo cibernético de ‘Tron’. Pero en esta inmersión no sólo apreciamos ese cambio tecnológico apabullante sino que nos damos cuenta que en este universo particular, sobresalen dos conceptos: evolución y generación. (Quintaesencia y trasfondo de este film y quizás de esta saga).
Todo ello bajo un ambiente sonoro excelente, no sólo a nivel de efectos, sino por una banda sonora acertadísima que nos pone en situación a cargo de la banda francesa de música electrónica Daft Punk (acompañados por el gran compositor Bruce Broughton).
Las interpretaciones son irregulares, donde los secundarios fracasan: Olivia Wilde (Quorra) poco tiene que hacer ante su soso papel de la chica de la función y Michael Sheen (Castor) resulta irritante y sobreactuado en un papel tan plano como innecesario, en cambio en los papeles de peso destacamos a Garret Hedlund (que recuerda al joven Mark Hamill de ‘Star Wars’) que cumple con creces en su acertada función de anónimo protagonista, y por supuesto el gran Jeff Bridges que brilla con solvencia en su difícil tarea de encarnar al veterano maestro creador (Kevin Flynn) y al siniestro villano digital (‘Clu’). Sin embargo a Bridges sé le vislumbra cierto desdén ante un producto que quizás no le interese como antaño.
Aún y así, salva los muebles dando veracidad a la relación padre/hijo que se presenta fundamental para el desarrollo argumental y a pesar de estar encajada un poco a destiempo, es lo único destacable y que funciona del último tercio del film, que ante la escasez de ideas y sorpresas de sus guionistas (Eddy Kitsis y Adam Horowitz, habituales de la serie ‘Lost’), Kosinski vuelve a apostar por la sobredosis adrenalítica y visual, cual videojuego de última generación se tratase.
A ‘Tron Legacy’ se le podrá acusar de ser demasiado pretenciosa y artificial, con una historia sencilla y sin sorpresas. Pero sin embargo es innegable que gracias al potencial de su arsenal tecnológico, y la maestría creativa de su director, nos aporta toda una experiencia de cine a nuestros sentidos, la experiencia del universo ‘Tron’. El paso del tiempo dictará sentencia, para ver si serán suficientes argumentos para igualar o superar los éxitos de su predecesora que pese a sus numerosos defectos, y evidente imperfección, fue revolucionaria.
Un artículo original de Me va de cine