Después de celebrar la nochebuena con la familia de Vero, emprendimos nuestro viaje hacia Macas, en la región amazónica del Ecuador. Hicimos noche en Riobamba porque nos comentaron que el paso desde esta ciudad hasta Macas era espectacular. Se atraviesa por el Parque Nacional Sangay y se rodean diversos complejos de lagunas. Para nuestra suerte no paró de llover desde el minuto 1 hasta que llegamos a la ciudad de Macas.
Al menos allí sí pudimos pasear un poco por la ciudad, que tampoco es que tenga mucho más que otras de las pequeñas ciudades amazónicas del Ecuador. Situada a orillas del río Upano, se debe reconocer que es una ciudad mucho más ordenada que el resto de las ciudades amazónicas que he conocido. La Catedral de la Purísima de Macas y la plaza que le antecede son uno de los pocos atractivos turísticos, y es interesante conocer la leyenda de esta virgen, que al parecer durante un ataque a la ciudad de Sevilla (antes se llamaba así) por el pueblo shuar, los habitantes se fueron a refugiar aterrorizados, cuando milagrosamente una señora de pelo rizado acompañada por un ejército de soldados se apareció e hizo huir a todos los indígenas hacia la selva de nuevo. A partir de este momento se le rinde veneración a la virgen de la Purísima.
Ese mismo día nos fuimos a visitar el punto que separa la provincia de Morona Santiago de la provincia de Pastaza, donde se juntan los ríos Sangay y Pastaza. Por ser ya bien entrada la tarde no pudimos hacer ningún paseo en este lugar llamado "Laberintos del Chiguaza", al que regresaríamos unos meses después y lugar maravilloso del que escribiré próximamente una entrada exclusiva.
En Macas pasamos la noche y emprendimos camino tranquilamente al día siguiente por la troncal amazónica. Es interesante cómo google maps se pierde en este lugar del país, dirigiéndonos mediocremente por un trazado que figura en el mapa pero que no es real. En uno de los desvíos dudosos llegamos hasta un retén militar, y cuando quisimos darnos cuenta ya casi estábamos llegando a Tiwintza, una de las fronteras amazónicas con Perú y uno de los lugares más recónditos del Ecuador. Finalmente a pasito de tortuga llegamos hasta Zamora, la bonita capital de la provincia de Zamora-Chinchipe.
En esta ciudad se unen el río homónimo y el río Bombuscaro, existiendo un malecón muy agradable por donde se puede pasear por las noches, pues está iluminado y es tranquilo. Zamora fue la capital del Yaguarzongo, una amplia región conquistada por los españoles al sur de Ecuador y Norte de Perú. Aquí estaba el puerto fluvial que unificaba todas estos asentamientos y permitió sacar muchos minerales, además de evangelizar, difundir epidemias y exterminar. Tanto les costó fundar este asentamiento que después de varias fundaciones atacadas por los shuar, solamente alrededor de 1920 pudo considerarse un asentamiento estable.
Monumento a "La Chapetona"
Desde aquí accedimos a la parte amazónica del Parque Nacional Podocarpus, donde hicimos un bonito paseo por varias de las rutas de las que dispone. El acceso es sencillo en general, el paseo higerones es muy bonito y tranquilo y la cascada la poderosa es imponente. Además en el camino pudimos ver una población bastante grande de loros de cuello blanco, los cuales solo se encuentran en esta región del país. Una maravilla de paseo.
* Se trata de una nueva modalidad de entradas donde se aclara la ruta realizada y las fechas en las que ocurrió esta ruta. Figura en rojo el tramo que forma parte de esta descripción.