Tropezones, zancadillas y contradicciones entre cabecillas.

Publicado el 03 julio 2017 por Santamambisa1

Por J.M. del Río (Colaborador de la Santamambisa)

Martha Beatriz Roque brindó una conferencia “magistral” en Miami y se dice que “magistralmente” volvió a meter la pata, como ya lo había hecho con sus declaraciones en la emisora de radio “La Poderosa”, que provocó una iracunda reacción del otro buscavidas contrarrevolucionario Félix Navarro, cabecilla del unicelular “Partido Pedro Luís Boitel”.

“Doña” Martha, en su afán de ganar notoriedad, en su periodo vacacional por aquellas tierras, tratando de buscar algunos “reales” extras, ha inventado más de una situación en las cuales, por supuesto, ella es el centro. Ahora se le ocurrió enviar una carta abierta al Papa Francisco, intercediendo, nada más y nada menos, que a favor de su archiconocida enemiga “Doña” Bertha Soler. Así como les digo: Martha y Bertha no pueden verse ni en pintura. Esos elogios que mutuamente se endilgan cuando están presentando algunas de sus comedias públicas, no son más que falsos oropeles.

A través de un miembro de uno de esos “grupúsculos”, que regresó recientemente de Miami muy molestó por lo que él considera “la falta de unidad entre los opositores” y que para liberar un poco de carga emocional, habla hasta por los codos, nos enteramos en el barrio que Martha Beatriz se la pasa “despotricando” contra Bertha Soler y contra José Daniel Ferrer.

Sobre estos dos “cabecillas” no escatima en despilfarrar su verborrea corrosiva, con la aparente intención de que sus interlocutores, sobre todo los que aportan plata a la “causa”, se fijen más en ella y descarten a los antes mencionados. Según nuestro incógnito y casual “informante”, ahora se hizo pública la carta que envió al Papa solicitando que interceda para que el “régimen” permita a las Damas del Imperio (digo) de blanco, asistir a misa los domingos. Esto sin lugar a dudas no es más que una maniobra de Martha Beatriz para intentar ponerle freno a lo que Bertha Soler pueda decir sobre ella. Sobre el particular Bertha Soler declaró que “le había sorprendido la acción de Martha Beatriz, porque desconocía cuales eran sus intenciones y había leído la carta vía internet”.

Pillada con el trasero al aire, no le quedó más remedio que “agradecer el gesto de Martha Beatriz, pero subrayando que no había solicitado esa mediación, porque ella puede acceder al Papa directamente”. Recuerdo la ocasión en que Bertha Soler visitó la Plaza de San Pedro y cuando el Papa se movía entre el Público allí presente, pasó por donde estaba Bertha, le dio la mano y su bendición, de la misma forma que hizo con decenas de otras personas que allí se encontraban. Después de ese furtivo encuentro, Bertha declaró a un periodista que la interrogaba «que se había entrevistado con el Papa “Federico” con quien sostuvo un intercambio sobre la situación en Cuba». El periodista cuidadosamente la rectificó y le dijo: “el Papa Francisco, Doña Bertha…”, aunque no le preguntó cómo había podido hablar sobre un tema tan complejo en el fugaz tiempo que duró el saludo Papal en plena Plaza. He aquí una muestra más de la falta de unidad ante la búsqueda de protagonismo por parte de los cabecillas de la Contrarrevolución.


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