En 421 subió al trono Varanes V, que continuó su política anticristiana. Al saber que Santiago era devoto cristiano, le conminó a abandonar esa fe, pero Santiago le dijo: - "Seguiré siendo cristiano y nada en el mundo podrá separarme de mi Dios y Señor". Entonces Varannes decidió que el esforzado Comandante fuera castigado severamente y que dicho castigo sirviera de escarmiento para los demás. Los jueces decidieron que Santiago fuera cortado miembro a miembro, trozo a trozo, de tal manera que el tormento fuera largo y le provocara gran sufrimiento.
Así lo ejecutaron los verdugos: sin prisa le cortaron los dedos, falange a falange, luego los dedos de los pies, las manos, las piernas y brazos. Sin prisa. Cuando solo era un tronco con cabeza, le cortaron las orejas y la nariz. Finalmente, le aserraron el tronco por el medio, a la par que el santo decía: - "luego que las ramas se han cortado, es hora de cortar el tronco para siempre". Y murió entonando salmos y cánticos a Dios. Los cristianos recogieron los 28 trozos en los que quedó dividido el santo cuerpo y los sepultaron piadosamente, mientras invocaban la intercesión del santo mártir.
En 1440 su cabeza fue llevada a Roma y depositada en la antigua Basílica de San Pedro, y hoy permanece en la actual.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 27 de noviembre además se celebra a
Santos Facundo y Primitivo, hermanos mártires.
San Gulstan de Rhuys, eremita.