Recién estrenados da una lástima y coraje mancharlos ( por lo menos a mi ) pero es imposible que apenas se ensucien. Pues yo os voy a dar un truco casero que os va a venir fenomenal.
¿QUÉ NECESITAMOS?
Pues tan solo algodón y acetona.
Y el proceso es el siguiente, poner a calentar el cacharro y cuando esté caliente, frotar con un algodón empapado en acetona y veréis que fácil salen los restos de cera.
¿Sencillo verdad?
¡Espero que os haya gustado!