Truco literario III: el personaje cebo

Publicado el 08 marzo 2016 por Pipervalca
Imagínate esta escena... Una noche fría y lluviosa, una tibia taza de chocolate y un excelente libro que huele a nuevo. Nos encontramos envueltos en nuestra manta favorita y a medida que leemos nos damos cuenta de que hay un personaje que nos llama la atención. Es interesante, fresco y capaz de despertar agradables sensaciones con sus inoportunas ocurrencias. Hoja tras hoja ese personaje se va convirtiendo en uno de nuestros favoritos, por lo que no nos imaginamos cuánto más puede sorprendernos el autor. Las horas transcurren casi sin darnos cuenta. De pronto...

¿Qué ha hecho aquel personaje? Algo no está bien... ¡Dios mio! ¡Le disparó al perrito indefenso! ¡No el perro! ¡Noooo! ¡Te odiamos, personaje interesante, fresco y capaz de despertar agradables sensaciones con sus inoportunas ocurrencias! 

Lo siento, has mordido el anzuelo

Un escritor astuto puede engañar al lector mediante uno o varios personajes disfrazados de ovejas. Este personaje cumplirá una función específica en la trama, dará un giro a la historia.Jugar con las emociones de los lectores quizás sea algo bajo para muchos, pero en mi humilde opinión es un gran logro, ya que ser capaz de despertar y manipular las emociones no es nada fácil. O que George Martín diga lo contrario.¿No lo coges aún?Hablemos de un personaje de la literatura, Petyr Baelish, el famoso Meñique del libro Juego de Tronos. A estas alturas se habrán dado cuenta de que uso bastantes ejemplos de la saga Canción de Hielo y Fuego para ilustrar mis consejos.En el libro, Petyr parece que juega del lado de los Stark, escondiendo a Catelyn Tully, amiga de su infancia y amor platónico, en sus burdeles y confesando que la daga con la que casi matan a Bran le pertenecía a él pero que la perdió en una apuesta con Tyrion. Eso se llama honestidad.Más adelante se muestra bastante amistoso y colaborativo con la Mano del Rey, Eddar Stark, instándolo a continuar en la investigación sobre la muerte de Jon Arryn e indicándole sobre la ubicación de los hijos bastardos del rey. Incluso le advierte que no debe confiar en nadie. Un tipazo este Petyr.Si no sabes qué ocurrió a continuación...

Os advertí que no confiarais en mí

Si alguno no ha leído o visto, y por lo tanto desconoce, Juego de Tronos, un ejemplo claro en la animación actual es el personaje Lotso de Toy Story 3

¿No has visto Toy Story y no sabes que es Juego de Tronos? Por lo visto enciendes poco el televisor y no usas mucho la Internet.

Lotso parece un buen muñeco y recibe amistosamente al grupo de juguetes de Andy en la guardería. Sin embargo, a mitad de la película nos enteramos de que el osito de peluche rosado que huele a fresas, es el antagonista principal y líder de una dictadura excluyente. Pixar, hemos mordido tu anzuelo.

Este engaño bien puede ser el truco del que trata esta entrada, pero la gran sorpresa la encontraremos casi al final, cuando, en una secuencia bastante dramática, parece que Lotso está del lado de los buenos y oprimirá el botón que detiene el incinerador, con lo que salvará a Buzz (El muñedo del espacio), Woody (El vaquero) y pandilla (El tiranosaurio, el cerdito, el perrito) Ahhh ¿Ahora recuerdas esa peli que tus hijos ven a diario por Disney Channel?. Continuemos. El oso sube las escaleras con dificultad mientras nos comemos las uñas. ¡Vamos Lotso! ¡Tú puedes hacerlo! ¡Reivindícate!... ¿Queeee?


¿Donde está tu niño ahora, Comisario?

Oh, Lotso... en verdad puse mis esperanzas en tí... he mordido el anzuelo.

Como vemos, en este caso el personaje nunca cambió pero los productores nos hicieron creer, por un corto periodo de tiempo, lo contrario.

Petyr Baelish (Canción de Hielo y Fuego) y Lotso (Toy Story 3) son solo dos ejemplos de los miles que abundan en la literatura, el cine y la televisión, en los cuales se introduce a un personaje que cumple con ciertas características (amabilidad, cortesía, trabajo en equipo, etc) hacia las cuales existe gran aceptación, para luego !zas! mostrar su verdadera y horrenda personalidad.


Truco literario 1. Acaricia al perro.
Truco literario 2. Patea al gato.

Espero les haya gustado y que los trucos literarios, aunque cortos, les sean de mucha utilidad.

Y ustedes... ¿Han mordido el anzuelo con algún personaje cebo?