Revista Salud y Bienestar
Clara de huevo: Bata la clara del huevo hasta que esté muy firme. Aplique sobre rostro y cuello. Mantenga hasta que la clara se seque y sienta la piel estirada al máximo. Lave con un algodón impregnado en agua tibia con unas gotas de limóm. Efectos: estira la piel, tonifica y restringe los poros dilatados. No se puede repetir a menudo porque hace perder elasticidad a los músculos del rostro. es muy útil para una noche especial que se quiera lucir un rostro liso y suave.