Por Hogaradas
Todas sabemos que los milagros no existen, de modo que si nuestra piel es grasa, no va a dejar de serlo, pero lo que si está en nuestras manos es utilizar pequeńos trucos que nos servirán sin duda para reducir al menos ese exceso de grasa, y evitar esos brillos tan temidos a la hora de maquillarnos.
- Niebla salina: Echa en una botella de tamańo medio un poco de sal y agrega a continuación una pequeńa cantidad de agua. Asegúrate de que se disuelve la sal y aplica una pequeńa cantidad de la mezcla en las zonas más grasas de tu rostro. Retírala con una toalla de papel y verás que piel más suave y sin manchas de grasa. Para conseguir resultados deslumbrantes, repite este ritual al menos una vez al día.
- Zumo de limón y pepino. Mezcla el zumo de un limón con una cucharadita de zumo de pepino. Aplícalo en las zonas grasas con la ayuda de un algodón y espera más o menos unos 30 minutos antes de aclararte la cara con agua tibia. Conseguirás que tus poros absorban este tratamiento y proporcionarás a las células de tu piel la dosis de antioxidante necesaria.
- Arcilla verde y miel. Mezcla en un tazón mediano una cucharadita de polvo de arcilla verde con otra de miel. Mézclalo bien y aplícalo en las zonas grasas durante 15 minutos. Retíralo con agua tibia. Repite este tratamiento al menos dos veces por semana para evitar la formación de acné y puntos negros.
- Agua fría: El agua helada es la solución más sencilla para evitar la piel grasa. Guarda un recipiente con agua en la nevera para tenerlo siempre a mano. Este truco te vendrá fenomenal para tener tu cutis perfecto para una ocasión especial, por lo que debes rociar tu rostro con una pequeńa cantidad de agua por lo menos 3 ó 4 días antes de ese día. Este tratamiento conseguirá reducir la producción de grasa de tu piel y cerrar los poros de inmediato.
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Fotografía - Feminis.com