Trucos para una correcta iluminación

Publicado el 27 junio 2014 por Jose Peral @Centrolandia

Un aspecto que suele descuidarse bastante en un hogar es lo relativo a la iluminación en todos los sentidos así que hoy vamos a tocar varios aspectos que posiblemente ya sean más que sabidos pero que siempre olvidamos. Vamos allá.

La fuerza de los rayos uva

La luz solar tiene unos componentes, fundamentalmente los rayos uva y los rayos ultravioleta que no sólo dañan nuestra piel y células, sino también los objetos que nos rodean y se exponen al sol. Así, si posees materiales elaborados con algún tipo de plástico expuestos al sol (aunque sea a través de una ventana) ten en cuenta que comenzarán a alterar sus propiedades y posiblemente en un par de años tengas que tirarlos. Los efectos que el sol causa en los plásticos son variados, incluyendo la alteración del color, rigidez (pierden flexibilidad y pueden terminar rompiéndose al soportar un pequeño peso), descamación (si consta de diversas capas, se pueden ir desprendiendo dando un aspecto de dejadez), entre otros efectos. Por ello, aconsejamos que alejes estos materiales del sol o bien seas consciente de los daños que puedan sufrir y en tu tienda de bricolaje más próxima te agencies de algún producto que los protega de los nocivos efectos del sol.

También en los materiales de tela (tapizados, cojines,…) y en cuadros y fotografías (también posters) los rayos solares “se come” los colores de manera que tras unos años expuestos al sol, acabarán con un aspecto amarillento y descolorido, mientras que las telas se desharán en hebras. Cuidado.

Ubicando apropiadamente el mobiliario

Las pantallas de los ordenadores y de televisión no son aconsejables que reciban los rayos directos del sol ya no sólo por los daños y sobrecalentamientos que pueda causar, si no porque tus ojos sufrirán al tratar de ver las imágenes o letras cuando reflejan la luz solar. Así que no los ubiques enfrente de las ventanas, sino de manera tangencial o lateral, para que la luz natural les incida indirectamente.

Si posees muebles con espejos, cristales o superficies muy claras, evita que el sol incida directamente sobre ellos puesto que si bien aumentarán la luz de la habitación, será de una manera dañina ya que puedes terminar con problemas oculares.

Vigila el tipo de iluminación artificial

Frecuentemente el aspecto de una habitación puede cambiar notablemente según el tipo de iluminación que se aplique. Las bombillas que aportan la denominada “luz fría” son muy apropiadas para zonas de oficina, estudio, cocina e incluso para iluminar obras de arte. Las de “luz cálida” se aconsejan para las habitaciones de ocio y descanso (salitas de la tele, salas de espera en consultorios médicos, salones, entradas o recibidores, etc). Este tipo de luz suele ser más amarillenta que otras por lo que posiblemente las habitaciones com mobiliario oscuro tenderán a verse más apagados.

Luz fría:

Por otro lado, en determinados lugares de lectura es frecuente instalar lamparitas para mejorar la iluminación de la zona. Sobra decir que cuanto menos intensa sea la luz, mayor esfuerzo harán sus ojos al leer. Pero cuidado ya que si pone una luz muy potente que incida directamente en la superficie que está leyendo, sus ojos sufrirán igualmente. Así que se aconseja disponer de una luz intensa, pero que incida indirectamente (ya sea dando en el suelo cerca de nosotros o bien que se encuentre a una distancia suficiente para dispersar su acción, por ejemplo, instalada en el techo).

Luz Calida:


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