Hace unos años hice bombones para un cumpleaños de Rafa, e intenté hacer un sello tipo lacre para decorarlos, y no conseguía cogerle el punto al chocolate.
Así que cuando vi esta receta de Sandra Mangas me dije "tienes que hacerlas". Me gustan mucho sus recetas, porque están siempre muy bien explicadas y el resultado queda a la altura de las expectativas.
Me parecieron perfectas para Rafa:
le encanta todo lo que sea personalizado y lleve sus iniciales. No me pude resistir...Además, me quité la espinita de los bombones que os contaba al principio a los que no les pude marcar la inicial...
Ahora también podéis aprovechar que se acerca San Valentín para hacer estas trufas para alguien especial: maridos, novios, madres, padres, o para una misma, que hay que quererse.
Para hacerlas he utilizado:
- 250 gr. chocolate negro para postres- 200 ml. de nata para montar
- 50 gr. mantequilla
- 1 pizca de sal
- cacao puro en polvo, para espolvorear
- 1 cucharadita de canela en polvo (opcional)
- sello de lacre para personalizarlas (en este caso, si entráis en la web de Sandra veréis que tenía en casa el mismo lacre).
En un cazo, ponemos la nata a calentar a fuego medio, para que no hierva. Añadimos la pizca de sal.
Una vez caliente, retiramos del fuego y añadimos el chocolate troceado, y removemos hasta que se haya disuelto en la nata.
Añadimos la mantequilla, y removemos igualmente hasta que se haya integrado.
Añadimos la canela y removemos nuevamente. Si preferimos, podemos añadir otra especia, o un chorrito de licor.
Pasamos a un tupper, y dejamos enfriar a temperatura ambiente, para pasarlo a la nevera cuando no esté caliente. La idea es que se pueda manejar y moldear bien.
Si hace calor (como me pasó a mi), habrá que ir enfriando cada vez que veamos que el chocolate se ablanda y se pega a las manos.
Con una cucharita, vamos sacando porciones y con las manos hacemos una bola.
Vamos reservando en una bandeja con papel de hornear.
Cuando estén todas, en un bol vertemos el cacao en polvo y vamos metiendo cada bolita de chocolate. Le damos un "meneito" al bol y cuando se haya cubierto la trufa completamente, pasamos a la bandeja y reservamos.
De esta parte del "proceso" no tengo ninguna foto, porque la verdad es que con las manos llenas de chocolate...
Pero de momento están perfectas así. Aunque si queréis personalizarlas, falta un paso más.
Habrá que meterlas trufas otra vez en la nevera, para que endurezcan bien. vamos sacando poco a poco, y vamos presionando con el lacre.
Esta fue la parte más complicada, porque como he comentado antes, hacía bastante calor, y aunque iba sacando trufas poco a poco, la primera muy fría, la segunda, vale, y la tercera, blanda...
Sandra recomienda meterlas como una hora en el congelador, junto con el lacre, pero a mi no me funcionó.
Lo que sí es muy importante es revisar que el lacre esté limpio entre trufa y trufa.
Y ahora, lo mejor: comérselas!!
Yo las preparé en una cajita en pequeñas cápsulas rizadas blancas.
Están riquísimas, así que os animo a hacerlas a la de ya.
Aquí podéis imprimir el paso a paso
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¡Besitos!