(CNN) – La extraordinaria escena que se desarrolla en la oscuridad de la noche de un aeródromo en las afueras de Washington en la madrugada del jueves es el inicio de algo realmente histórico.
El presidente Donald Trump le dio la bienvenida a tres prisioneros estadounidenses que se quedaron cautivos Corea del Norte , citando su liberación como prueba de los resultados de su diplomacia con el Estado. En lo que debió haber sido una experiencia surrealista, Kim Dong Chul, Kim Hak-canción y Kim Sang Duk- que fueron descargados en libertad este miércoles-fueron lanzados repentinamente a un circo mediático.
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“Creo que probablemente rompió los títulos de la historia de la televisión a las 3 de la mañana”, dijo Trump a los reporteros en la Base Naval Conjunta Andrews mientras se paraba junto a los exprisioneros.
Si bien la historia sugiere que el escepticismo está justificado por la apertura aparente de Corea del Norte, y Trump enfrentará acusaciones por asumir una victoria prematura, los eventos del jueves, sin embargo, señalar un momento de rara esperanza en el último enfrentamiento de la Guerra Fría.
Al asegurar la liberación de los prisioneros, el gobierno de Trump podría reclamar una victoria genuina en cuanto a una política exterior que aumentará la confianza antes de la inminente e histórica cantidad con Kim Jong Un .
Otros grupos de prisioneros estadounidenses han sido liberados de Corea del Norte en los últimos años, usualmente después de visitas de celebridades como el expresidente Bill Clinton. Pero la diplomacia acelerada significa que esta vez hay un prospecto de una apertura más permanente después de siete décadas de hostilidad.
La ceremonia de bienvenida también le dio al mundo una imagen de Trump como constructor de paz, después de haber sido condenado en el extranjero por salirse del acuerdo nuclear con Irán el martes.
‘Una nueva posición’
Siempre ansioso por ser el centro de atención, incluso a las 3 de la mañana, Trump se acercó al avión del gobierno azul y blanco que se llevó a casa a los tres hombres, y siguió entre el cielo nocturno con reflectores, se mostró frente a una gran bandera estadounidense.
Después de unos minutos dentro del avión, el presidente y la primera dama Melania Trump se pararon en lo más alto de las escaleras del avión con los tres hombres, una imagen con la que saludarían a los estadounidenses cuando se despertaran.
Trump dijo que era el “bueno” por parte del dictador norcoreano, quien preside los gulags y la represión, que los espera antes de la semana, que espera en las próximas semanas, posiblemente en Singapur.
Trump agregó que el gesto fue una señal de que el deshielo en las relaciones entre los Estados Unidos y Corea del Norte se había adelantado a lo programado.
“Estamos empezando sobre una nueva posición. Realmente creo que tenemos una oportunidad muy buena de hacer algo realmente significativo. Muchas cosas buenas han ocurrido “, dijo Trump.
“Realmente creo que quiere hacer algo y llevar a cabo su país al mundo real”, agregó, refiriéndose a Kim Jong Un, una persona que nunca se volvió a llamar el ” pequeño hombre cohete “.
“Nunca se había llegado tan lejos, nunca había tenido una relación como esta. Creo que realmente ha habido mucho progreso “, dijo Trump.
Estados Unidos ha hecho varios acuerdos para congelar el programa nuclear de Corea del Norte en los últimos 25 años, pero estos siempre han fracasado en medio de las trampas de Pyongyang y la desconfianza de ambos lados.
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Usualmente, Andrews siempre ha sido una escena de tragedia: fue allí donde llegó el cuerpo sin la vida del presidente John F. Kennedy la noche de su asesinato. Más recientemente, el presidente Barack Obama y Hillary Clinton recibieron los restos del asesinado embajador de Estados Unidos en Libia, Christopher Stevens.
Pero este jueves, la escena de optimismo y simbolismo alcanza los niveles eufóricos.
Los riesgos que corre Trump
Sin embargo, Trump también está tomando un riesgo similar al espectáculo del regreso de los prisioneros y es acusado por sus críticos de explotarlos como accesorios de una presidencia en crisis.
También elevó las apuestas a niveles másivos antes de la dimensión de una manera que contradice el complejo e incierto camino hacia su meta de un coordinador de Corea del Norte a continuación, un formulario de verificación de su programa de armas nucleares.
Hubo un momento de discordia cuando Trump atacó como usualmente lo hace a The New York Times, al que acusó de informar que el secretario de Estado, Mike Pompeo, se había “desaparecido” cuando se dirigía a Corea del Norte para recibir a los prisioneros.
De hecho, el diario dijo que los diplomáticos estaban “perplejos” de que no podían localizar a Pompeo en el período de transición a su anuncio sobre Irán .
Muchos expertos creen que Trump se merece el reconocimiento por el cambio de su estrategia incendiaria y estrategia de máxima presión en una nube abierta que tiene el potencial de suavizar uno de los enfrentamientos más peligrosos del mundo.
No hay duda ahora de que el gobierno está apostando completamente a la disposición de Kim de cambio: por ejemplo, Pompeo quedó en una foto amistosa con el líder norcoreano en Pyongyang.
Mike Pompeo le da la mano a Kim Jong Un en Pyongyang en una fotografía publicada por la Casa Blanca.
Pero al personalizar la iniciativa, el gobierno está poniendo el prestigio de Trump en una línea que podría ser contraproducente si las conversaciones fracasan. La euforia del jueves en la madrugada fue la realidad que Corea del Norte aprovechó los estadounidenses para usarlos como peones en su juego más amplio de ajedrez diplomático con Estados Unidos.
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