Pai calificó la propuesta como una distracción costosa y contraproducente de las políticas necesarias para ayudar a la nación estadounidense a ganar el futuro tecnológico con la 5G, según informe de PL.
Los desarrolladores esperan que la emergente red sirva de columna vertebral de elementos futuristas, como vehículos autónomos y conexiones de internet móvil ultrarrápidas.
La principal escusa de las autoridades gubernamentales para tomar la decisión de nacionalizar, es evitar que países como China se infiltren en la red para espiar a los estadounidenses.
No obstante, esa es solo una parte de la ecuación, porque tras las declaraciones del exconsejero de Trump, Steve Bannon, estas medidas son en respuesta a las preocupaciones económicas nacionalistas, de no permitir que las compañías extranjeras inviertan y controlen gran parte de la industria estadounidense.
Sin embargo, informes de avances económicos chino reflejan que las corporaciones de telecomunicaciones del país asiático gastarán al menos 443 mil millones de dólares entre 2020 y 2030 internamente en su red 5G, y miles de millones en los Estados Unidos.
La preocupación sobre la tecnología china que se infiltra en Estados Unidos no es nueva, en 2012 el Congreso advirtió que los fabricantes chinos de hardware Huawei y ZTE Corp podrían estar espiando a los estadounidenses a través de sus teléfonos vendidos por compañías como T-Mobile, Sprint y AT & T.
Estas acusaciones fueron contrarrestadas por las sociedades chinas, y alegaron que los cargos no tenían ninguna base de hecho, y que simplemente estaban siendo excluidos del mercado estadounidense por preocupaciones económicas aislacionistas.
Gran parte del espectro 5G en el país norteño ya está subastado a los mejores postores, y la infraestructura necesaria es construida por grandes empresas como la AT & T, quienes tienen planes de poner en marcha el servicio en al menos una docena de ciudades antes de fin de año.
Pero eso no significa que el gobierno aún no pueda tomar un espectro dedicado para sí mismo y construir algo que esté 100 por ciento controlado por los ellos.