El presidente estadounidense discutió con su homólogo ruso su propuesta para frenar los combates entre Rusia y Ucrania. El Kremlin sólo accedió a parar los ataques contra instalaciones energéticas, en contra de la tregua de treinta días que proponía Trump.
¿Qué tienes que saber?
- La llamada entre Trump y Putin se produjo tras la reunión entre Estados Unidos y Ucrania en Arabia Saudí. Kiev aceptó la propuesta de una tregua de treinta días formulada por Washington. A cambio, Estados Unidos reanudaría la ayuda militar suspendida por Trump tras su bronca con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, en la Casa Blanca.
- Putin aceptó una tregua de treinta días limitada a la infraestructura energética. El presidente ruso también respaldó el inicio de las negociaciones para una tregua en el mar Negro. Sin embargo, exigió el cese de la ayuda militar extranjera a Ucrania como condición para un alto al fuego. Zelenski ha respaldado la tregua parcial.
- Trump y Putin no avanzaron las discusiones sobre los territorios ocupados en Ucrania. Horas antes, Semafor había informado de que Estados Unidos estaba considerando reconocer Crimea como territorio ruso. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ya advirtió que Ucrania tendría que ceder territorios en una negociación.
- Entretanto, Rusia mantiene su ofensiva en Kursk. Las tropas rusas han intensificado sus operaciones terrestres para expulsar al Ejército ucraniano de esta región rusa. Ucrania inició su incursión en Kursk en agosto del año pasado. Fue su mayor ofensiva desde otoño de 2022.
El apoyo de los ucranianos a la guerra ha disminuido desde el inicio de la invasión rusa en 2022. Hoy en día, el 52% apoya negociar el fin del conflicto cuanto antes. De ese porcentaje, la mitad estaría dispuesta a perder territorio a cambio de la paz. Descubre más en este artículo:
Una paz negociada por la UE y abiertos a ceder territorio: así opinan los ucranianos de la guerra
¿Por qué es importante?
- Es la primera vez que Trump y Putin discuten los términos de una tregua en Ucrania. El diálogo directo entre ambos líderes rehabilita al presidente ruso como interlocutor válido para Washington. Con ello, se rompe definitivamente el aislamiento internacional de Rusia desde el inicio de la invasión de Ucrania.
- Las exigencias de Putin reflejan el escaso interés de Rusia en una tregua total. El Kremlinbusca transmitir un aparente compromiso con la paz para complacer a Trump. Sin embargo, Moscú piensa que el viento sopla a su favor y que una tregua sólo facilitaría el rearme de Ucrania. Además, necesita ganar tiempo para echar a los ucranianos de Kursk.
- El reconocimiento de Crimea como territorio ruso rompería el tabú sobre la integridad territorial de Ucrania. De materializarse, la decisión de Estados Unidos sentaría un peligroso precedente. Por un lado, legitimaría la agresión militar como herramienta de política exterior. Por el otro, incitaría a Rusia a aumentar sus reclamaciones territoriales.
- La sintonía entre Trump y Putin refuerza su visión internacional. Sus negociaciones sobre Ucrania y sus conversaciones sobre la situación en Oriente Próximo y el mar Rojo reflejan su apuesta por una diplomacia basada en la supremacía de las grandes potencias, sus aspiraciones expansionistas y las negociaciones bilaterales entre ellas.
¿Qué cabe esperar?
- Las negociaciones entre Trump y Putin no conducirán hacia una paz duradera en Ucrania. Rusia ha orientado su economía hacia la guerra desde el comienzo de la invasión. Si llega a aceptar un alto al fuego, será una concesión temporal a Trump. Es probable que Moscú use esa tregua para movilizar tropas y reanudar los combates cuando le convenga.
- La cercanía de Trump con Rusia reforzará las ambiciones de Moscú en unas negociaciones. El alineamiento de Estados Unidos con la narrativa rusa hará que Putin se sienta más fuerte y legitimado para demandar el reconocimiento de los territorios ocupados, el fin de la ayuda militar a Ucrania y el veto a Kiev en la OTAN.
- Los avances entre Trump y Putin deteriorarán más la relación entre Estados Unidos y Europa. Los países europeos acelerarán la reducción de su dependencia en defensa. Incluso, Polonia, Lituania, Letonia y Estonia ya han anunciado que se retirarán de la Convención de Ottawa ―que prohíbe las minas antipersona― ante la amenaza rusa.
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ApúntameIsrael rompe el alto al fuego en Gaza
El Ejército israelí lanzó ayer una ola de bombardeos en la Franja que dejó más de 400 muertos. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que Israel actuaría con «creciente fuerza militar» contra Hamás.
Las tres claves
- Israel reanudó su ofensiva en Gaza tras estancarse la negociación. Tel Aviv buscaba prorrogar la primera fase del alto al fuego para liberar a todos los rehenes de Hamás. Los islamistas aceptaban extenderla sólo si liberaban menos cautivos y se iniciaban las conversaciones para la segunda fase, que prevé la retirada del Ejército israelí de la Franja.
- La ruptura del alto al fuego en Gaza era un anhelo de Netanyahu. El ministro ultraderechista Bezalel Smotrich le había exigido reanudar los combates para no dejar caer el Gobierno. Además, con esto desvía el foco de la crisis producida tras anunciar su idea de cesar al jefe de la inteligencia interna, quien investiga los vínculos de su entorno con Catar.
- Los ataques de Israel recibieron el apoyo de Estados Unidos. La ofensiva se produjo días después de que Washington atacara a los rebeldes hutíes en Yemen. Los movimientos estadounidenses en Oriente Próximo buscan presionar a Irán. Trump envió una carta la semana pasada a Teherán para negociar un nuevo acuerdo nuclear.
Alemania abandona su austeridad fiscal
El Parlamento alemán aprobó ayer un paquete de gasto masivo. El plan propone flexibilizar el límite de endeudamiento de la Constitución para aumentar el gasto en defensa e incluye un fondo de 500.000 millones de euros para modernizar las infraestructuras del país.
Las tres claves
- La aversión a la deuda ha sido un elemento central en la política alemana durante décadas. Esta austeridad fiscal alcanzó su punto álgido durante la crisis del euro, cuando el Parlamento introdujo en la Constitución el freno a la deuda, un mecanismo que limitaba el endeudamiento del Gobierno alemán a un máximo del 0,35% del PIB.
- La crisis económica y el nuevo contexto internacional han forzado a Alemania a modificar su enfoque. Por un lado, la falta de inversión ha agravado el deterioro de sus infraestructuras y la competitividad de su industria. Por el otro, la invasión rusa de Ucrania y el regreso de Trump han empujado a Berlín a incrementar su gasto en defensa.
- El plan de gasto alemán supone un punto de inflexión para Europa. Se trata de la mayor expansión fiscal de Alemania desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El fin de la austeridad alemana se produce justo cuando la Unión Europea está impulsando sus planes de rearme.