Trunki, las maletas más originales y divertidas para los pequeños viajeros

Por Ninosenmochila @ninosenmochila
En esta casa, e imagino que en muchas otras también, en cuanto mamá o papá dicen - ¿Que os parece si nos vamos de viaje? - automáticamente los más peques gritan - "¡Siiiiiiiii! Voy a hacerme la maleta." Y da igual que la escapada en familia sea el próximo fin de semana o dentro de tres meses. Las maletas hay que prepararlas ya sí, o sí. Yo he llegado a dejarles jugando en el cuarto y al entrar ver que habían sacado todas las cosas de la mochila del cole para meter sus juguetes, el pijama, unas zapatillas, el cuento de buenas noches y algo de ropa así al tun, tun. 
A los niños les encanta prepararse sus cosas para irse de viaje. Eso les hace sentirse mayores, les hace sentirse involucrados en la preparación de las vacaciones de la familia. Y aunque a veces me pongan de los nervios al ver que han sacado absolutamente toda la ropa del cajón para elegir la que se querían llevar, he de reconocer que en el fondo me encanta ver en ellos esas ansias viajeras. Dejarles escoger, bajo nuestra supervisión, los juguetes que se quieren llevar o la ropa que se pondrán esos días de viaje es algo muy positivo. Y si encima disponen de su propia maleta... ¡no te digo más!
Los peques se fijan continuamente en lo que hacemos los mayores y los viajes no son una excepción. Al contrario. Si nosotros llevamos maletas con nuestras cosas, ellos también van a querer llevar la suya. Así que desde bien pequeños hemos intentado que así fuese, siempre que nos haya sido posible. Que a veces, siendo cinco en casa, el problema es dónde meter tanta maleta. Jejejeje Hace un par de años le regalaron a Marco una maleta muy chula. Él ya tiene 11 años, así que su maleta molona ya es de un tamaño considerable, rígida, con fuelle... Es una maleta "de mayor". Carla tiene una que le compramos nosotros. Esta es algo más pequeña, de tela, de las que no son rígidas... A ella le encanta porque es rosa, no pesa nada y puede llevarla sola perfectamente. Para una escapada de dos o tres días le cabe toda su ropa perfectamente. El único que no tenía maleta propia era el chiquitín y eso, de vez en cuando, le causaba algún conflicto.

Él quería también llevar alguna maleta pero claro, las de sus hermanos pesaban mucho. Lo que hacíamos, dado que aún era muy pequeñito, era ponerle sus juguetes en una pequeña trolley que usaba para el cole. Así, se quedaba conforme aunque no llevase su ropita.
Peeeeeero, nuestros amigos de El Bebé Aventurero han querido poner solución a este pequeño conflicto. Nuestro pequeño viajero no podía seguir sin maleta. Así que el pasado mes de diciembre se pusieron en contacto conmigo para decirme que querían que fuese una de las Embajadora Trunki y que me iban a mandar un regalo para César. No veas la ilusión que me hizo. ¿Cómo iba a decir que no? ¡Si me encantan las Trunki! Son una pasada de maletas para niños: resistentes, bonitas, con más capacidad de la que aparentan y encima, sirven para jugar. Ya veras, echa un ojo a este vídeo y verás que bien se lo pasan. :)

Así que unos días antes de cumplir los 3 años, aprovechando que nos íbamos de escapada con amigos a ver Portaventura, César estrenó su preciosa Trunki Gruffalo. No os podéis imaginar lo contento que está con su maleta. No deja que nadie la lleve por el y eso que aún le cuesta arrastrarla. César aun es bastante chiquitín de tamaño, con deciros que se sube encima de la Trunki para usarla de caballito, pero a duras penas roza el suelo con los pies. Así que al final, se baja y juega a empujarla o a tirar de ella para ver como le persigue Gruffalo.
Yo también estoy muy contenta con esta maleta para niños. Es muy resistente. Le hemos dado ya unos cuantos golpes, incluso a rodado por algunos escalones (cosas del juego, que se le va a hacer...) y ahí está. Parece muy chiquitina, y lo es, pero la capacidad que tiene engaña. Como os digo, estuvimos tres noches fuera, así que me propuse ver si toda la ropa de César cabía en su maleta. Yo metí en la Trunki cuatro mudas completas de talla 2/3 años (calcetines, canzoncillos, pantalón, camiseta de manga larga y sudadera), dos camisetas de manga corta interiores, el pijama (un pelele) y un par de zapatillas de deporte del 23. Eso sí, todo bien plegadito y aprovechando el espacio. La maleta la pude cerrar bien, sin forzar ni nada. Lo que no pude fue meter el chaquetón y los juguetes que los llevaba en otra mochilita para poner a la espalda.

Hay un montón de modelos de maletas Trunki para elegir, a cada cual más bonito. Yo tengo que reconocer que la vaca me tiene enamorada, desde el primer día, pero es que los últimos modelos son una pasada. Ese taxi amarillo es una pasada. En la web de El Bebé Aventurero podéis verlos todos.
Ahora César se lleva su maleta hasta cuando va a dormir a casa de su madrina. Se acabó meter las cosas en la mochila. Ahora siempre me pide a su Gruffalo. Incluso a aprendido a cerrar el candado que tiene. Ahora el problema es otro. Ahora resulta que a Carla ya no le gusta su maleta de Minnie. Dice que sí, que es muy bonita y todo eso, pero que la de César mola más y que ella también quiere una Trunki. Si es que cuando algo es tan chulo...

Ahora dime... ¿Tus peques tienen maleta? ¿Te gustan las Trunki? ¿Qué modelo te gusta más? Puedes dejarme un comentario más abajo contándome lo que quieras que yo te responderé. No olvides que los blogs se alimentan de vuestros comentarios. ;)
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