P ara muchos el nombre de Steven (“levanto el puño”) Moffat les puede resultar familiar. Desde hace algunos años es sinónimo de grandes series de la BBC, siendo Doctor Who y Sherlock sus máximos exponentes. Pero entre una y otra desarrolló otro magistral guion, en donde como hizo con Holmes, trajo a nuestro siglo un personaje renombrado de la literatura, de historia familiar pero dándole un giro particular y único.
Con ustedes, Jekyll
¿De qué viene? El Doctor Tom Jackman (James Nesbitt) se encuentra separado de Claire (Gina Bellman) y no ha visto a sus hijos mellizos desde hace un tiempo. En ese mismo lapso comienza a presentar un cuadro médico extraño donde pierde la conciencia. Al correr de los días descubre que en verdad esos desmayos son la manifestación de un alter ego violento y un tanto aniñado (que lo llama “dady” en las grabaciones y notas que se dejan).
No solo la vida de su familia corre peligro, sino la del propio Dr Jackman que es perseguido por una extraña sociedad secreta que busca descubrir el misterio que corre por sus venas, mientras el mismo busca entender qué le está sucediendo y cómo eso se relaciona con la historia real del extraño caso del Dr Jekyll y Mr Hyde.
¿Cuándo dura y dónde la emiten? Tan sólo una temporada de seis capítulos. Es habitual en las producciones del Reino Unido que se realicen pocas temporadas con acotados capítulos, los justos y necesarios (bueno siempre hay excepciones – Who cumple 50 años!)
Como siempre estas producciones no llegan a nuestros canales de cable, pero bendito seas Film and Arts entre todos que por lo menos nos da algunas lindas cuotas de locura (y la puerta abierta para buscar las demás por internet). Asi desde ayer y todos los miércoles por seis semanas (repeticiones de por medio) vamos a poder disfrutar de la historia del Dr Jackman y sus alter ego (?)
¿Por qué recomendarla? Es una manera interesante en que se “desempolvó” la clásica historia de Robert Louis Stevenson que fuera llevada ciento de veces al cine y televisión (y libros) de manera directa o siendo homenajeada. El bien y el mal se presentan una vez más en la mente y cuerpo de un mismo sujeto, que Moffat lleva al extremo de la desesperación y la moraleja.
Como decirlo, por momentos roza lo bizarro, lo sínico, lo desagradable, pero a pesar de todo ello (o gracias a todo ello) es una pequeña joya cinematográfica en la pantalla chica.