Tsipras se pasa a UPyD

Publicado el 26 enero 2016 por Manuelvicente

La actuación de cada partido después de las elecciones está fotografiando con meridiana claridad lo que cada cual representa. El Partido Popular es el inmovilismo que pretende perpetuar el sistema de desigualdad social que defiende la derecha. El PSOE es un partido de poder cuyo único objetivo es impedir que gobierne el PP y colocar a sus acólitos en un puesto de trabajo indefinido. Ciudadanos ha confirmado lo que se sabía, y lo que dijimos desde UPyD: no es más que una operación de márquetin diseñada en torno a la cara guapita de Albert Rivera para consolidar el bipartidismo y el modelo económico que favorece a las capas altas de la sociedad. (Mi satisfacción por que UPyD no entrara en esa operación es cada día mayor.) Podemos es un partido revolucionario que pretende destruir el sistema económico de libre mercado aunque eso suponga el empobrecimiento de la población.

Y UPyD, ¿qué? Pues aquí andamos, reorganizándonos para volver con fuerza al escenario político del que salimos debido a una estrategia electoral que los resultados de mayo y diciembre han demostrado errónea. De lo que no tenemos ninguna duda es de que nuestro ideario político es el que mejor contribuye a que se corrijan los defectos del sistema económico de libre mercado de manera que sus beneficios repercutan en todas las capas sociales. Ese sistema de privilegios sociales que el PP quiere perpetuar no se combate con una agencia de colocación (PSOE), con una muleta (Ciudadanos) o con una revolución del proletariado (Podemos), sino que se cambia por otro en el que la libre competencia es favorecedora de crecimiento económico y la corrección de los desequilibrios por parte del Estado son garantía de desarrollo social.

La evolución de Grecia, y de su primer ministro Alexis Tsipras, nos lo muestra de forma elocuente. La desesperación llevó a la población griega a pretender acabar con el corrompido sistema de desigualdad social abrazándose a los utópicos planteamientos de Syriza-Podemos, de los que tuvo que renegar ante la amenaza de un aislamiento continental que hubiera resultado ruinoso. Ahora, un año después de su victoria electoral, Alexis Tsipras hace equilibrios para pasear por el Foro Davos junto a la élite del capitalismo y no ser tachado de traidor por su pueblo. No tengo ninguna duda de que Tsipras, si fuera español, se habría pasado de Podemos a UPyD, se habría pasado de la “destrucción del sistema” a la “corrección del sistema”.