Martínez Otero afirma que el fin de este libro, original y divertido, es “ayudar a que los hijos crezcan y disfruten con internet en la actual cultura”, y que “los padres son los primeros educadores, que siempre han de tener una actitud positiva en la educación, sin limitarse a lamentar lo difícil que es todo”, ha subrayado.
La obra está prologada por el aragonés Leopoldo Abadía, profesor conocido sobre todo por su libro “La crisis Ninja” acerca de la crisis económica, y otros libros donde expone con gran sentido común problemas económicos o sociales de los tiempos actuales, con una buena dosis de buen humor.
Tres posibles actitudes. Ante el reto digital, caben tres actitudes: Una posible es la aceptación acrítica e ingenua, que “hará de los hijos unos náufragos tecnológicos”. Otra actitud puede ser la resistencia obstinada y restrictiva, que “aislará a los hijos como robinsones cibernéticos, ansiosos de escapar al control de sus padres, y eso puede suceder cuando la educación se plantea en términos de “control” en vez de formación”, subraya Martínez Otero, que destaca que “no se puede formar si no se conoce el mundo digital”. La apuesta del libro es la tercera actitud posible: “Ilusión por dominar las herramientas y superar sus desafíos, ayudando a los hijos a que sean surferos digitales”.