En cualquier caso podría afirmar que al margen de cualquier teoría, sea cual sea, no somos tan limitados como acostumbramos a creer. Parece arriesgado dejarse llevar por esa corriente, ¿pero no seria mejor que intentar luchar contra la fuerza de la propia vida?, sobretodo cuando parece que se empeña en mostrarnos algo diferente, seguro que la sorpresa que nos aguarda resuena dentro de nosotros como la auténtica verdad, que destacará con colores vivos sobre la verdad oficial, gris inerte. Nuestra vida no es como la vivimos, ni somos como nos sentimos. No hay riesgo ni peligro, si aprendemos a escucharnos y dejamos que la vida nos impulse tal y como haría el viento con un velero en medio del océano. Abrir los ojos, muchas veces significa saber interpretar los sentimientos y emociones, el dolor también nos enseña, en realidad, toda nuestra vida es una experiencia única para nuestro crecimiento y evolución, tan es así, que aveces la vida parece que se empeña en repetir situaciones muchas veces desagradables mientras nosotros nos sentimos castigados, yo mas bien diría que es una nueva oportunidad de experimentar y aprender eso que intentamos esquivar o resistir. Seríamos totalmente rechazados y apartados por esta sociedad, si nos reveláramos contra todo aquello con lo que no estamos de acuerdo, es obvio, lo que no quiere decir que siendo conscientes, sabiendo quienes somos y lo que realmente creemos, demos voluntariamente el consentimiento y nos dejemos atrapar entregando todo el poder al sistema que se alimenta de nosotros.
Una prueba de ello es lo que Jordan Maxwell nos cuenta sobre nuestra partida de nacimiento, la cual nos confirma como simple mercancía de X corporación.
A continuación incorporo una serie de vídeos relacionados.