“Tu equipo de trabajo no es tu familia”, la evolución de la cultura empresarial

Publicado el 03 julio 2020 por Cristianmonroy

La tecnología, a lo largo de la historia, ha supuesto un reto en su instalación dentro del gusto popular aunque al final no existen retrocesos, si alguien sale del escenario una empresa nueva llega a tomar su lugar.

Adoptar una cultura y valores corporativos únicos ha sido uno de los grandes retos de las nuevas empresas, especialmente en la industria tecnológica.

En muchos casos sin embargo, esta cultura y valores no se parecen mucho a lo que la empresa realmente hace.

La teoría vs la realidad

En el 2008 un hombre viaja a París, Francia, sale a la calle con el fin de conseguir un taxi para trasladarse, los minutos pasan y la tarea que en algunas zonas es trivial se volvió complicada.

Fue en ese momento que el hombre, Travis Kalanick, tuvo una idea.

¿Y si fuera posible pedir un taxi en cualquier parte del mundo solo presionando un botón? Esa idea fue el origen de UberCab en el año 2009.

La empresa se consolidó de manera rápida, en el 2011 comenzaron sus problemas.

Al principio la empresa se convirtió en el símbolo de las nuevas generaciones, una empresa que iba directamente contra uno de los gremios más consolidados, el de los taxistas. La idea de acabar con una actividad prácticamente monopolizada era seductora.

En Nueva York, la presión del gremio, y su solicitud de eliminar la palabra Cab de la nueva empresa con el fin de evitar la asociación surte efecto, a partir de ese momento la empresa se llama solo Uber.

Rápidamente siguió ganando adeptos alrededor del mundo, un crecimiento tal vez demasiado acelerado.

Las presiones externas no cesaron pero el verdadero enemigo en ocasiones está más cerca de lo que piensas, en ocasiones en tu círculo más cercano.

Cuando un nuevo empleado se unía a Uber se le pedía suscribirse a los 14 valores centrales de la empresa. Hacer “apuestas fuertes“o estar “obesionado con el cliente” eran conceptos parte del vocabulario normal de la empresa.

Se enfatizaba la meritocracia, la idea de que podías escalar en base a tus esfuerzos, eso significaba estar dispuesto a hacer lo que fuera necesario.

Se fomentaba la competitividad, tal vez no de la manera correcta, en la que se enfrentaba a los trabajadores entre sí y se pasaban por alto las infracciones cometidas por los miembros más productivos.

El acoso sexual y la discriminación se volvían cada vez más comunes dentro de la empresa, los empleados responsables eran despedidos, un paliativo hasta que se descubrían más casos, costando millones de dólares en demandas a la empresa.

La cultura empresarial era tóxica y las prácticas de negocio se volvieron cada vez más agresivas.

Toda una serie de eventos desafortunados, que terminan con la renuncia de Travis Kalanick, el fundador que fue incapaz de poner un alto a los crecientes problemas dentro de Uber.

Algo se aprende de ese caso, y es exactamente lo que no se debe hacer al momento de dirigir una empresa. Un CEO víctima de su propio éxito.

Amazon es otra de las empresas cuyo éxito parece se inversamente proporcional a la satisfacción de los empleados con respecto a la cultura empresarial.

Casos de abuso, protestas en diversas partes del mundo que muestran el costo real de trabajar en Amazon, con testimonios que confirman los riesgos que sin embargo no han impedido que el CEO y fundador Jeff Bezos, sea considerado uno de los hombres más poderosos del mundo capaz incluso de fomentar la fijación del salario mínimo, al menos en Estados Unidos.

El lado positivo de la competencia

La competencia y la ambición no son malas, en su justa medida te ayuda a fijar y alcanzar tus objetivos.

Lo malo son los excesos, de competencia, de ambición o de cualquier otra cosa.

Netflix es otra de las empresas que han marcado un antes y un después, en su caso dentro del streaming de películas, que tampoco está exenta de situaciones y rumores, aunque con una cultura empresarial que se muestra más polarizada.

Por un lado, la cantidad y variedad de beneficios que la empresa ofrece a sus empleados. Por el otro acusaciones de favorecer los enfrentamientos entre empleados y fomentando evaluaciones para detectar al peor empleado.

Es una empresa, para bien o para mal, considerada diferente.

Netflix instala en sus empleados el pensamiento de que imaginen a su equipo de trabajo como si fuera un equipo deportivo profesional, no una familia.

Eso significa que un empleado podría esperar ser reemplazado si hay un mejor elemento capaz de cubrir la posición. Es un nivel de presión que obliga a la mejora continua aunque en algunos casos podría detonar desconfianza e inseguridad en los empleados.

Costo de oportunidad, para ganar algo tienes que sacrificar algo.

Los empleados tienen autonomía para la realización de sus actividades, muy bueno para los empleados proactivos, nada atractivo para quienes desean recibir instrucciones de manera constante.

Se favorecen, la libertad, la responsabilidad y la toma de decisiones, habilidades básicas en un profesional con perspectiva de crecimiento constante.

La cultura empresarial ha evolucionado y lo seguirá haciendo, el mercado laboral se seguirá adaptando como siempre lo hace, ¿cuál es el rumbo que deseas que tome tu carrera profesional o tu empresa? y sobre todo ¿cuál es tu nivel de adaptación ante un escenario tan dinámico?

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