¿Tu idea de negocio se ha convertido en una startup fracasada?

Publicado el 16 enero 2017 por Tino López @nosoloeconomia

No nos gusta la palabra fracaso. Pero a veces una retirada a tiempo es una victoria. ¿Tu idea de negocio se ha convertido en una startup fracasada? En el siguiente artículo te decimos qué tienes que hacer para liquidar tu negocio

Más del 80% de las startups fracasan

Normalmente siempre oímos éxito, conocemos las startups que triunfan y cierran importantes rondas de financiación o venta, la realidad es que, según distintas fuentes, más del 80% de este tipo de empresas fracasan. Desde Ad&Law, firma especializada en asesorar a startups, explican que “cuando esto sucede, muchos emprendedores tienen que hacer frente a una serie de obligaciones que normalmente ignoran pero que son necesarias para que el proceso se realice de manera ordenada y con la mayor previsión posible”.

Elementos más importantes que deben afrontar los emprendedores cuando su empresa no triunfa

1.- Prever las salidas de caja en el corto plazo: Lo primero que hay que hacer cuando se ha tomado la decisión de cierre es prever qué salidas de caja va a haber en los próximos meses para priorizar los pagos a la administración, ya que los Tribunales suelen penalizar especialmente a aquellas compañías que tienen obligaciones pendientes con la Agencia Tributaria y con la Seguridad Social. Por ello, es conveniente que la empresa esté al corriente de pagos con estas administraciones y que las mismas tengan perspectivas de recuperar lo que se debe.

¿Y cuál es el orden de pago? De manera general el orden de pago sería el siguiente: Hacienda y Seguridad Social, empleados, préstamos con garantía reales, préstamos normales, préstamos participativos, socios con liquidación preferente y socios.

2. Solicitar el Preconcurso de Acreedores

Antes de proceder con la disolución de la empresa, se puede solicitar el preconcurso de acreedores, siempre que crea que esto le puede favorecer a la hora de negociar con sus acreedores. Dicho preconcurso se hace bajo tutela judicial y tiene unos plazos tasados. A modo de ejemplo, los plazos máximos para disolver y liquidar una empresa se situarían en tres meses de preconcurso y tres meses de liquidación. Aunque, en caso de que haya concurso, el tiempo será mucho mayor pues depende de un juzgado.

En la fase de liquidación, habrá que nombrar unos liquidadores que también tendrán libertad a la hora de elegir un orden de pago a acreedores. “Dicha situación es un incentivo para los acreedores a la hora de llegar a acuerdos de pago, aunque supongan quitas, ya que si no llegan a un acuerdo es posible que la sociedad pague a otro acreedor y la masa patrimonial disminuya o incluso se agote”, detallan desde Ad&Law.

3.- Concurso de Acreedores: si se pide un concurso voluntario de acreedores ante un juzgado o se inicia un concurso forzoso solicitado por un acreedor, la sociedad quedará en manos del administrador concursal que designe el juez. En la práctica, el administrador concursal, contemplará la viabilidad de la empresa o en caso de que no haya viabilidad buscará cerrar la empresa de la forma más equitativa posible y cobrar sus honorarios.

En este caso es recomendable darle toda la información ya que éste redactará un informe para el juez y en caso de que el concurso fuese dictaminado culpable, los administradores podrán ser sancionados y podrán tener que llegar a responder personalmente de las deudas pendientes de la sociedad.

4.- Concurso Express: Otra opción cuando cerramos una startup es solicitar lo que se conoce como “concurso exprés”, es decir, la solicitud del concurso voluntario y a su vez la solicitud de conclusión del mismo por insuficiencia de masa activa. La empresa debe carecer prácticamente de activo y no tener ningún empleado.

5.- Hacer un cierre ordenado de la empresa: Desde Ad&law recomiendan a los emprendedores que si su modelo no funciona y no encuentran inversores, el cierre lo hagan de manera ordenada ya que es importante que salven su propia imagen y la de la empresa frente a clientes, proveedores y financiadores.

6.- Coste del proceso de cierre: Por último, deben tener en cuenta que el proceso de cierre no es barato y lo debe asumir la propia entidad, con lo que conviene tener previstos unos fondos suficientes para sufragar los honorarios que se devengarán: abogados, gestoría, notario, Registro Mercantil, administrador concursal, posibles periciales, los auditores, etc.

Artículo publicado con la colaboración de Ad&Law

Imagen de cabecera por cortesía de pakorn en FreeDigitalPhotos.net

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