Si existe una compañía que sabe lo que significa entretenimiento, esa es Nintendo, pese al pareado infantil que resulta en la construcción de la frase. Lleva en la cresta de la ola desde el principio, y hasta le ganó la batalla a SEGA, que tuvo que abandonar el hardware para dedicarse al software (¡y vimos a Mario y Sonic juntos en un juego!), y en sus divisiones de Europa y América (salvo para el caso de Sonic) ha terminado por abandonar, incluso, la producción de juegos para videoconsolas. Nintendo, por su parte, ha acabado por ceder a crear juegos para dispositivos móviles, lo que, sin duda, enriquecerá el panorama netamente clónico que sufren los títulos de dichas plataformas.
Nintendo apuesta por la experiencia de juego; por eso los Mario, pese a quien le pese, son títulos que secuestran tu diversión. Otra evidencia más en favor de tal argumento es Zombi U. El título de Ubisoft, que acompañó a Wii U en su lanzamiento, es un gran juego, de notable alto, que solo no llega al sobresaliente por las limitaciones técnicas de la última consola de sobremesa de de la Gran Ene.
Os lo dice alguien que es acérrimo defensor y hasta hooligan de la saga Resident Evil. Pero es que ante el planteamiento de Zombi U uno no puede más que quitarse el sombrero. Estás acostumbrado a verte rodeado de enemigos y que se te acaben las balas de un arma, dar al pause, elegir otra y reventarlos a todos. Eso en Zombi U no es posible: tienes que hacerlo en tiempo real, y convertirte en un auténtico superviviente. Si no utilizas más que nada la pala de madera para cargarte a los no muertos, no llegarás muy lejos. La interacción constante con el Wii U Pad es una oda a la jugabillidad, y en más de una ocasión te verás inmerso en la siguiente dicotomía: huir o morir. Si no, espera a que vengan cuatro zombis, tengas el palo y un bala, y debas meter el código de una puerta con el Wii U Pad sin que la acción se paralice.
Une a ello la ambientación londinense, las profecías de John Dee (el auténtico 007) y una sensación constante de necesidad, y comprenderás que aquellos que preconizan la muerte del o bien son casuals callofduteros con ganas de hacer el trol o quizás ni vivan en el mismo planeta que tú. La llama del survival sigue encendida, y ahí están Zombi U, The Last of Us, The Evil Within, los Silent Hill (que han seguido al pie del cañón) o, si nos ponemos permisivos, la saga Dead Island o incluso el primer Bioshock.
Sí, Zombi U se hace corto a pesar de sus 20 horas; una narración y argumento que podían haber sido mucho más; cosa pejiguera lo del acceso a sus distintos finales (se te puede quedar cara de tonto como a mí); te cansarás de apalear, disparar o abrasar siempre a los mismos enemigos (no más de cuatro o cinco tipos); en más de una ocasión creerás estar pasando por el mismo sitio, porque los escenarios de las zonas de transición son iguales los unos a los otros; y también, pese a la ausencia de errores garrafales en el clipping o el popping o los dientes de sierra, echarás de menos un acabado de los gráficos más exquisito y preciosista.
Pero qué queréis que os diga, hacía mucho que un videojuego no me brindaba una experiencia semejante, y Zombi U es una prueba más a favor de la tesis, ya incuestionable, de que un videojuego no es el que mejor gráficos tiene, igual que una película en color, solo por ese singular hecho, no es mejor que una en blanco y negro.
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