¿Tu marca se acaba con tu blog?

Publicado el 11 noviembre 2014 por Lorena White @lorenagwhite

(Hoy llego un día tarde. Pero es que una tiene que aprovechar cualquier festivo para tomarse un respiro. Este fin de semana largo ha sido productivo, entre otras cosas, y me ha servido para cargar pilas y encarar una semana sin lunes, así que, ¡bienvenidos sean los puentes!)

Hoy quería volver a hablar sobre marca personal. Y es que la idea de gestionar nuestra marca, va mucho más allá del simple concepto heredado del marketing. Una forma de hacerla crecer y de desarrollarla, sobre todo el ámbito profesional, es tener un blog en el que dejemos claro quiénes somos, qué aportamos, por qué estamos aquí y qué queremos conseguir.Nosotros somos nuestra propia marca y, por eso, un blog es una de las mejores formas que hay para mostrar nuestra marca a los demás, para llegar a ellos al igual que cualquier marca de un producto de consumo, llega a través de anuncios de televisión. ¿Pero sólo con tener un blog es suficiente?

Hoy en día una marca tiene que ser multiplataforma. Debido a lo rápido que va todo y a las diferentes formas de acceder a la información y al contenido que tenemos gracias a la tecnología, nuestra marca personal tiene que ser visible no sólo para aquellos que visitan nuestro blog, sino para cualquiera que quiera acceder a ella. Para ello es esencial posicionar nuestra marca. Es decir, posicionarnos.

Hoy quería hablarte de 3 sencillas acciones que puedes llevar a cabo para llevar tu marca personal más allá, y evitar así que desaparezca con tu blog.

1. Haz que tu blog sea el centro: decir que no es conveniente que una marca personal esté presente sólo a través de un blog para desarrollarse y crecer (para mostrarse al mundo), no es decir que ese blog no tenga por qué existir o por qué tener un papel importante. Todo lo contrario. Puedes hacer que tu blog, el sitio donde mejor te explayas, la ventana a través de la cual le dices al mundo cuál y cómo es tu marca, sea el centro de toda tu estrategia multiplataforma. Una estrategia que también pasa por.

2. Redes sociales: plantéate qué dicen tus redes sociales de ti. Una marca personal tiene que ser, ante todo, coherente. No puede ser que en tu blog tus objetivos, tus ambiciones, tus intereses, tus proyectos o tu valor sean unos, y en las redes sociales sean cosas totalmente diferentes. ¿Y cómo consigo coherencia entonces? Pues está muy claro: siendo tú mismo. Una marca coherente es una marca honesta. Una persona honesta muestra su marca en todos los ámbitos, porque su marca es todo aquello que forma parte de él, que le define y que le vale para aportar un valor a alguien. Sobre en qué redes sociales estar, te recomendaría que no te agobiases demasiado por estar en todas: busca aquellas en las que te sientas más cómodo, por usabilidad o porque coinciden con lo que quieres transmitir a través de tu marca. Por ejemplo, quizá si eres fotógrafo, te interesa posicionarte bien en Instagram o en Pinterest. Pero a lo mejor, si eres escritor o periodista, te conviene mejor un perfil de Twitter.

3. Trato personal: una marca personal es, como su nombre indica, la marca de una persona, aquello que transmite a los demás y el recuerdo que deja en ellos. Saber que hay alguien detrás de esos posts interesantísimos, de esa forma de escribir, de esas ideas creativas sobre cierto ámbito o de sus opiniones y contenidos, es importante para la audiencia que adquiere una marca (que adquiere aquello que tú le  ofreces). Por ello es importante mostrarse accesible y además, al igual que una marca convencional haría con su departamento de atención al cliente, intentar ayudar, resolver dudas o quién sabe, lograr hacer negocios con otras marcas (participando en blogs de otros autores, por ejemplo, o llevando a cabo un proyecto conjunto).