Por Bárbara Hirtz
Así como cada persona tiene su forma de ser y se las conoce como “simpáticas”, “complicadas”, “sensibles” y demás características, por cómo encaran las situaciones y el trabajo los profesionales se suelen encuadrar en cuatro tipos diferentes de mentalidades: la anglosajona, la latina, la asiática y la germánica.
Conocer cómo es cada mentalidad es bueno y contribuye a un mejor entendimiento de las personas. Consecuentemente, uno puede actuar de mejor manera frente a dichas personalidades. No obstante, es preciso señalar que suelen darse mezclas de las mentalidades, aunque siempre una de ellas es la que predomina en la forma de ser del profesional. Además, los equipos de trabajos se suelen conformar combinando los distintos tipos de profesionales.
Para que cada uno de vosotros analice su personalidad profesional, o la de sus respectivos jefes, aquí os señalaremos los aspectos más importantes de cada mentalidad profesional.
Mentalidad Anglosajona.
Las personas y profesionales con este tipo de mentalidad se centran en lo global, priorizando los datos, los hechos y las tareas. Les apetece hacer grandes negocios, y son dominantes, muy analíticos, estrategas y competitivos. Se orientan a los resultados y suelen ser individualistas y distantes de sus equipos. Además, no les gusta hablar de sus sentimientos.
Mentalidad Latina.
También se centran en lo global pero sobresalen por la emotividad y extroversión. Son pasionales, intuitivos, creativos, buenos comunicadores, saben escuchar y están abiertos al cambio, pero suelen ser desorganizados, impulsivos, superficiales a la hora de hacer análisis y exagerados en sus afirmaciones. También tienen dotes para influir en los demás, siendo personas con una buena capacidad empática. Por último, podemos mencionar que les gusta el reconocimiento y quedar bien.
Mentalidad Asiática.
Lo más importante es lo cercano, lo concreto y todo lo relacionado con las ideas, las personas y los conceptos. Les apetece entablar relaciones personales, crear redes de confianza, y para ellos el equipo es valioso, razón por la cual crean buenos climas laborales. Son personas que valoran mucho la palabra, la confianza y las tradiciones. Son sensibles y suelen ocuparse del desarrollo de sus pares y colaboradores. ¿Puntos flacos? Falta de coraje frente a situaciones complicadas.
Mentalidad Germánica.
Son profesionales organizados, analíticos y con buena capacidad para resolver problemas prácticos. Se centran en los datos, los hechos y las tareas, como también en lo concreto y en la propia identidad. Además, les apetece lo que se puede cuantificar, el orden, lo sistemático y la estabilidad. Esto último explica el hecho de que les inquiete todo lo que importe algún cambio, sin que se haya podido estudiar y analizar correctamente. Por último, podemos mencionar que a la hora de tomar decisiones son conservadores y suelen ser un poco maniáticos en sus vidas.
Fuente: Expansión
Por Bárbara Hirtz, en 17 de diciembre de 2010
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Fuente: Buscar Empleo
Imagen: Various professionals