Lo que plantea Stefan Sagmeister en los dos minutos que dura el vídeo es que la fiebre del storytelling ha supuesto una banalización de la palabra. No cualquiera puede ser contador de historias por el simple hecho de entrelazar acontecimientos de una manera narrativa. Por decirlo así, un verdadero artista no se llamaría a sí mismo artista.
Vía NoFilmSchool (inglés)