Tu oficina en casa

Por Paula Castro @PaulaCupcakes
Parece que el teletrabajo ha llegado para quedarse. O eso quiero pensar yo. Todas esas empresas que decían que el teletrabajo no era posible se han dado cuenta (de lo que ya sabíamos todos) gracias a la cuarentena de que sí lo era, y que, además, presenta grandes ventajas. Si bien es cierto que el teletrabajo no es para todo el mundo, ya que se necesita una determinada actitud y un ambiente adecuado, muchos han visto en este método laboral la manera ideal de compaginar su vida privada con su trabajo y de poder vivir en otros lugares más remotos.
Hace ya tiempo que no trabajo desde casa y, cuando lo hacía, era solo a tiempo parcial (salía a cubrir las noticias y redactaba en casa), por lo que no vengo a daros consejos para el teletrabajo. Además, para eso llegaría un poquito tarde. No, vengo a ayudaros a crear vuestra oficina perfecta en casa.
Antes el teletrabajo era más una medida temporal in extremis que otra cosa, pero ahora parece que se está alargando en el tiempo o que muchas empresas lo están adoptando a medio plazo. Es el momento de crear un espacio de trabajo en el que sentirnos motivados, cómodos y creativos. Y en eso la organización y la decoración juegan un papel fundamental. Hoy os doy algunas ideas y consejos para hacer de vuestra oficina en casa un sitio en el que trabajar a gusto.


1- First things first: ¿de qué espacio dispones?
Tanto si tienes la suerte de tener una habitación entera para ti solo como si tienes una pequeña esquina en el salón, tenemos que ser conscientes del espacio del que disponemos para saber aprovecharlo al máximo. Párate a reflexionar sobre tu lugar de trabajo, vacíalo, obsérvalo y comienza a planificar mentalmente cómo quieres que sea la distribución basándote en tus necesidades.
Permitidme, para ayudar, que comparta algunas ideas de inspiración sacadas de Pinterest para ver cómo puede adaptarse cada espacio por pequeño que parezca.








2- Pensar es importante: ¿cómo te gustaría que fuera?
Mantengo que nunca nos detenemos a pensar y reflexionar lo suficiente. Parece que siempre vamos con prisa, que nos agobia estar parados, y tendemos a ponernos manos a la obra antes de tiempo. Pero la visualización es una parte fundamental del proceso. No puedes tener tu espacio ideal si no te has parado a pensar cómo es tu espacio ideal.
Hay muchas formas de hacer este proceso creativo y reflexivo, pero yo admito que las clásicas son mis favoritas: el tablón de inspiración (mood board) y un folio en blanco. En el tablón vamos colocando imágenes, muestras, ilustraciones, colores, todo lo que queramos que forme parte de la oficina hasta que veamos que todo encaja, tiene sentido y nos gusta. Es como un puzzle. Por otro lado, en el folio en blanco podemos bocetar, hacer listas, apuntar pensamientos... Todo se complementa.
Os hago un mood board de ejemplo. Es un poco tonto, pero es solo para ejemplificar la idea.


*Momento pintura
Esto no lo convierto en un paso debido a que la mayoría de la gente que va a leer esto no necesita pintar desde cero. No obstante, si llegáis a este post con un espacio que necesita pintarse o que necesita una colocación del suelo, evidentemente este es el momento. Puede ser que vayáis a reformar un espacio completamente para adaptarlo o que vayáis a transformar un rincón de la casa que necesita una manita de pintura o eliminar el gotelé o poner un papel pintado...
3- Empezar por la base: el escritorio
Las casas se empiezan por los cimientos (y antes, los planos) y las oficinas se empiezan por el escritorio. No es, quizá, la parte más agradecida del proceso, pero ¿dónde vamos sin una mesa? Puede que vayas a emplear el clásico escritorio de toda la vida o puede que vayas a instalar una tabla en la pared con unos taburetes altos, o quizá optes por una mesa plegable. Pero, elijas lo que elijas, debe ir en consonancia con los planes mentales que habías hecho en el paso anterior.
Y, quien dice el escritorio, dice su silla. Elegir la silla es más emocionante que elegir la mesa, ya que hay muchas más opciones y uno puede ser mucho más creativo. Si bien el escritorio es bastante estándar, la silla puede darle el toque de tu personalidad al nuevo espacio. Afortunadamente, hoy en día tenemos opciones muy estilosas a la par que económicas.
4- Organize, please
Esto es un escritorio de trabajo, no es una mesa de café ni una estantería. Aquí venimos a ser lo más productivos posible (dentro de nuestras posibilidades). Tenemos que volver a hacer un ejercicio mental y pensar en cómo queremos organizarlo todo para estar cómodos. ¿Cuántos botes necesitamos? ¿Quiero un organizador completo? ¿Quizá uno de esos que dan vueltas? ¿Y la papelera? ¿En qué espacio coloco la impresora? Este tipo de preguntas.
Comienza aquí nuestro asombroso y emocionante viaje al mundo de la papelería. Pero no toca toda la papelería, solo la necesaria para organizar nuestras cosillas de trabajo. Lo otro viene después. Cada cuál conoce su trabajo a la perfección y sabe lo que necesita a cada momento. El espacio no será igual para un abogado que para un diseñador gráfico o un programador. 
En este paso también entra en juego nuestra comodidad física. Cosas como el reposapiés, cajas para elevar el nivel de la pantalla del PC, cojines para la espalda... Todo lo que nos será práctico.
Con este fin os dejo una lista de productos a modo de idea.
5- Ilumínate
Este paso no es que vaya en este orden necesariamente, pero no quería que quedara en el olvido ni que pensáramos en ello lo último porque es muy importante. La iluminación es esencial para trabajar. Dependiendo de cómo sea vuestro espacio necesitaréis más luz artificial o menos. Posteriormente, en el momento de decorar, os voy a poner opciones de lámparas y flexos, pero no olvidéis que existen los apliques, las luces de techo, las fuentes de luz natural... Yo no puedo aconsejar sin saber cómo es el espacio, pero tenedlo en cuenta.
6- Ahora sí: empieza lo divertido
¡A decorar se ha dicho! Piensa en los adornos de mesa, en fotos o ilustraciones, en plantas, en adornos para la pared, en alfombras... Este es el paso más agradecido del proceso y aquel en el que más nos gusta sumergirnos. Siguiendo nuestros gustos y los planes que hicimos al principio del proceso podemos crear un lugar de trabajo en el que sentirnos bien. Y no es una cuestión de presupuesto, porque esto es casi lo más barato de todo. Ya sea en Aliexpress, Ikea, Tedi, Tiger, Sfera, H&M, Zara Home... Opciones económicas (y no tanto) hay miles.
Aquí también os dejo una lista de productos preciosos a modo de idea, pero no me gustaría dejar pasar la oportunidad de mencionar la gallery wall. Una pared a modo de galería (para fotos, cuadros o ilustraciones) le da un toque muy lindo y moderno a las oficinas. Os dejo también algunas ideas de Pinterest.




7- Momento para la adicción
¡Viva la papelería! Si estás en este blog es que, probablemente, también sientes una atracción casi mágica hacia el mundo papeleril. Y ahora sí es el momento de volvernos locos con todas las cosas bonicas que hay por ahí. Si bien ya hemos elegido organizadores, nos queda elegir cosillas como calendarios, agendas, bolis, estuches... Y aquí tampoco tenemos por qué dejarnos la cartera.
*Bonus: ¿dispones de más espacio?
Hemos creado una oficina básica. Aquellos con espacios más reducidos ya han completado su proceso, pero ¿y si tienes mucho más espacio disponible? Puede ser que tengas un despacho para ti solo y debes aprovecharlo.
Intuyo que ya has colocado (aunque sea mentalmente) todo lo necesario. La mesa, el equipo, la iluminación... Pero te queda hueco para más cosas. Este espacio puedes dedicarlo a tus hobbies (un caballete para pintar, un instrumento, una zona de manualidades...), puedes emplearlo para otras tareas del hogar que necesitan su hueco (la plancha, por ejemplo), puedes dedicarlo en exclusiva a tu relax personal (un buen sofá sería ideal, una televisión...) o cubrirlo por completo de artículos decorativos (una selva de plantas, sin ir más lejos).