El otro día una amiga nos comentaba que había sido muy duro para ella retomar las relaciones sexuales después de la separación con su marido. Eso nos hizo pensar que existen diversas situaciones que hacen que en el sexo haya varias “primera vez”.
A lo largo de nuestra vida nos podemos encontrar que el sexo en vez de ser una situación de placer, es un problema. Nos referimos por ejemplo a:
- Hombres y mujeres que han sido intervenidos quirúrgicamente en el aparato reproductor y/o urinario.
- Patologías propias del aparato genital masculino y femenino.
- Post parto.
- Divorcio o separación
- Situaciones de duelo y /o traumáticas.
Antes de tener nuestra primera relación sexual, lo que nos limita es la incertidumbre, se junta la ilusión con los nervios ante lo desconocido. Por mucho que nos hayan contado los amigos, las películas, los profesores y tus padres, no tenemos con qué comparar ya que no hemos tenido esa experiencia. En estos casos que planteamos es muy diferente, ya que nos hemos creado un concepto de nosotros mismos a nivel sexual, por lo que eso provoca unas expectativas acerca de cómo me tendría que comportar. En muchos casos al pasar por estas situaciones pensamos que nuestra capacidad ha cambiado, que no vamos a poder tener la misma calidad en nuestras próximas relaciones sexuales. Dependiendo de la causa podemos sentir inseguridad, ansiedad, miedo al dolor, cuestionamiento de nuestra capacidad sexual “no estar a la altura”, angustia, etc.
En la mayoría de las ocasiones el tiempo hace que sepamos superar nuestros miedos y limitaciones, pero si no sabemos reconducir estas emociones se pueden “enquistar”, provocando un trauma que afecte de forma significativa en distintas áreas de nuestras vidas y a veces sin ser consciente de cuál era el origen del problema.