PIEL NORMAL:
Aquella que es fina, suave, lisa, flexible, tiene un tono uniforme, sin imperfecciones, ni poros dilatados y no cuenta con brillo aceitoso. Es difícil encontrarla en pieles adultas, en esta pieles se debe utilizar crema hidratante cada día.
PIEL GRASA:
Aquellas que presentan poros grandes y dilatados, imperfecciones y acné, tiene textura gruesa por el exceso de glándulas sebáceas y sufre con los cambios climáticos. Pese a todo esto a estas pieles les cuesta más que se arruguen. En estas pieles es importante no utilizar productos grasos.
PIEL SECA:
Aquellas pieles que carecen de hidratación, por lo que la superficie de la piel no tiene grasa y sus poros son muy pequeños y la piel suele tender a irritarse con facilidad y presenta sensación de tirantez. Tienden a arrugarse precozmente sobre todo en las zonas de los labios y contorno de ojos. Para estas pieles es muy importante no usar jabones que sequen la piel, hidratarla a diario y utilizar limpiadoras con hidratación.
PIEL MIXTA:
Aquellas pieles que combinan zonas con piel seca y zonas con piel grasa. La zona T (frente, nariz y mentón) son de piel grasa y el resto de la cara (mejillas y contorno de ojos) tiene a ser seca o normal.
En esta pieles se pueden ver poros dilatados, acné y rojeces. Esta pieles deberían utilizar limpiadores no grasos a poder ser para pieles sensibles y cremas hidratantes ligeras.
PIELES SENSIBLES:
Aquellas que presentan alergias y capilares dilatados y rojeces. Pueden ser pieles grasas o secas. Es muy importante cuidarla a diario y acudir al especialista para ver que productos puede aplicarse o si se debe llevar un tratamiento. En esta pieles seria recomendado utilizar protección solar todo el año, utilizar productos limpiadores suaves para pieles sensibles.
PIELES MADURAS:
En estas pieles la renovación celular es más lenta y pierden elasticidad. En estas pieles seria recomendado utilizar productos para pieles maduras y serum o ampollas de efecto lifting, con lo que conseguiremos que la piel se vea más lisa.