Tu versión

Publicado el 11 junio 2013 por Jcbarona
Conozco gente brillante que brilla. Qué afirmación tan redundante si no conociese a alguno que da pena, más pena que todos los que no siendo tan brillantes lucen usando mejor sus recursos. Creo que todos estamos de acuerdo en que el ser humano es una ecuación entre lo que tiene y el uso que hace de ello. Da gusto toparse alguna vez con esos que son buenos, lo saben y lo ejercen. Luego estamos todos los otros que nos pasamos la vida buscándonos, lamentándonos y dándole al interruptor equivocado.


Seamos constructivos. Hace un par de domingos tuve la suerte de acudir a un concierto dificilísimo de piano interpretado por alguien a quien tengo la fortuna de conocer y con quien colaboro hace tiempo. De momento no escribiré su nombre, ¿podría ser cualquiera?, va a ser que no, hay que ser muy ella para tocar así. Concertista internacional, premiada en el Tchaikovsky y a lo largo y ancho de la antigua Unión soviética,… tuvo, creo yo, la suerte de poseer un don muy especial y personas alrededor que lo supieron ver y potenciar.
La observo cuando toca y no parece posible el fallo, ponga donde ponga su mano dará con las teclas precisas para generar una música sublime… Pero no es casualidad, es el fruto del talento asociado con el sacrificio. Un día le preguntaba yo a otro de mis amigos músicos si no tenia miedo cuando salía al escenario y cómo de seguro se sentía de lo que hacía, me respondió que el estudiaba tanto como fuera necesario para no tenerlo; “yo no es que sea bueno es que estudio mucho.”
Cuándo surgiría o de dónde vino hasta mi cabeza la idea absurda de la pura inspiración, del genio inmediato, del voilá, del sapristi, del me sale a la primera de lo bueno que soy…
Qué haces cuando ves a alguien tan bueno sacarse partido. Primero te emocionas observando embobado lo que hace, luego o simultáneamente te proyectas en él para, poco después, morirte de  de envidia. Escuchando yo aquella música me sentía muy pequeño; sonaban cosas allí realmente difíciles de ejecutar desde el punto de vista técnico pero también en cuanto a concepto armónico, hasta ahí sí llego. Quiero decir que no soy de los que dicen qué bonito, que emocionante, qué destreza y ya está… te das cuenta de que está ocurriendo algo, que hay un compositor desmenuzando una emoción, un sentimiento, una idea que probablemente describe a la perfección una esquinita de este universo en el que vivimos, pero en un lenguaje que muchos pueden escuchar pocos entender y solo alguno traer al plano sonoro.
Por qué está repartida tan rara la inteligencia y el talento. Cual será el tuyo y cual el mío si es que tenemos alguno. Hay gente a la que no le interesa la música en general y mucho menos la clásica, personas que no le han prestado atención nunca, cuasi sordos o inmunes a ella. La música es uno de los lenguajes del universo, tanto como las matemáticas. Tiene uno la impresión de que mientras las estrellas hablan dándonos la clave de la felicidad nosotros emitimos un ruido que nos aleja a los unos de los otros.
En aquella sala, aquella mañana de domingo ocurrió algo realmente bueno, necesario incluso. Sonaba música trascendente, maravillosamente compuesta, servida por un intérprete capaz de hacerla sonar. La vida mostrándose en una magnifica versión. ¿Qué haremos tú y yo para mostrar a través de qué la mejor versión de la vida corriendo por nuestras venas? 
Lo dejo caer.

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