[141] A veces tengo la impresión de que Twitter no es más que otra forma de ver televisión. Y a menudo, incluso la misma. (30/7/16)
[142] Y temer que pueda perder el hábito de pensar que, al llegar la hora de volver a ver y comprender, no sea ya capaz de hacerlo (diez acciones). (31/7/16)
[143] No es fácil estar seguro de que un gesto cualquiera —por ejemplo, este— no esté contribuyendo al ensordecimiento global. (7/8/16)
[144] Un metatuit, como bien indica su plural irregular, es todo tuit que trata de no perder de vista que pende de un Hilo. Y que nunca sabe si llegará a la meta. (11/8/16)
[145] La mayor dificultad de escribir en Twitter es la de aprender a sortear las trampas significativas que nos tiende el autocorrector. (15/8/16)
[146] «furu ike ya / kawazu tobikomu / mizu no oto» (Matshuo Basho). No hay que descartar que Twitter sea el nuevo «viejo estanque», amigas ranas. (17/8/16)
[147] Creía que el pájaro era el símbolo de Twitter por (a)mor del trino. Acabo de darme cuenta de que lo es por el picoteo. (18/8/16)
[148] Por más que esfuerces, siempre habrá en la lógica de Twitter algo incomprensible. Si no te esfuerzas, ¡figúrate! (4/9/16)
[149] El mayor coraje de escribir en Twitter está en tener la libertad de espíritu suficiente para rendirse sin reservas al autocorrector. (7/9/16) (Variante complementaria de 145)
[150] Twitter no hace sino confirmar una de las más viejas sospechas del oficio de vivir: el mundo es sobre todo una gran casa de citas. (8/9/16)
[151] La melancolía me hace confundir a veces el sonido de los retuits con los latidos de mi corazón. Si seré Franknetstein... (8/9/16)
[152] ¡Hay que ver la cantidad de gente interesante con que te cruzas en Twitter! Lástima que apenas se detenga el carrusel. (20/9/16)
[153] Dilo de forma que parezca que se hila solo. O aun mejor: que lo teje quien lo lee. En esto estriba la condición arácnida de esta red. (18/10/16)
[154] La gran paradoja de Twitter tal vez sea descubrir que detrás del carácter 140 se extiende el vasto territorio de Facebook. (25/10/16)
[155] Entre la engañosa facilidad de la brevedad y el arduo desafío de la concisión, todo buen tuit debe probar el doble filo de su sílex. (30/10/16)
[156] Y una vez bien agarrado el sílex, ¿qué podemos hacer sino esculpir cada palabra como si fuera a ser eterna? (1/11/16)
[157] Si los tuits fueran teselas, el Infierno sería un inmenso mosaico. (7/11/16)
[158] ¿Por qué las llaman «sociales» si ni siquiera son «redes»? ¿Y por qué les dicen «redes» si ni aún a «cañas» llegan? (8/11/16)
[160] Lo diré claro: «#Nada nuevo #bajo el sol». Lo #1 para disentir un poco de Heráclito. Lo #2 por mera costumbre en este mundo sublunar. (14/11/16)
********Desde que me di de alta en Twitter, allá por enero de 2015, he ido dedicando algunos de mis tuits a reflexionar y bromear sobre el propio carácter de esa red social como reflejo de mis tratos con ella. Es una sección que llamo «metatuíteres» (me hubiera gustado llamarlo «tuiterías», pero el nombre ya estaba "cogido") y que, si bien algo olvidada últimamente, todavía mantengo activa. He creído conveniente reunir y recuperar ahora, en entregas sucesivas, esos "trinos", más que nada para tenerlos a mano y disponibles en un espacio, como el del blog, que me parece menos vertiginoso y menos volátil, al menos mientras los ciberpiratas, en cualquiera de sus encarnaciones, nos den tregua. Al trasladar los textos, he aprovechado para editar algunos de ellos y hacer leves correcciones. También he añadido enlaces -generalmente, vídeos- que pueden servir para matizar o ilustrar las ocurrencias. En todo caso, he procurado mantenerme fiel a la intención original y me he ceñido, salvo alguna excepción, al tórculo de los 140 caracteres.