Revista Sociedad

Túnez aboga por adoptar una nueva ley antiterrorista tras los últimos incidentes con miembros de Ansar al Sharia

Publicado el 22 mayo 2013 por Magrebies
Las fuerzas de seguridad han detenido a 274 personas sospechosas de haber participado en los últimos incidentes
Túnez aboga por adoptar una nueva ley antiterrorista tras los últimos incidentes con miembros de Ansar al ShariaEl ministro de Derechos Humanos y Justicia de Transición de Túnez, Samir Dilou, ha abogado este martes por la adopción de una nueva ley antiterrorista en el país, al tiempo que ha subrayado que el uso de la tortura para combatir el crimen y el terrorismo no está justificado.   Dilou ha sostenido que la actual ley antiterrorista, vigente desde 2003, "no es eficiente", según ha informado el portal de noticias Tunisia Live. Así, ha destacado que la actual legislación "no es constitucional y no es útil ni sirve para solucionar nada".   En esta línea, ha dicho que la nueva legislación ha de ceñirse a las convenciones internacionales y materia de Derechos Humanos, al tiempo que ha reconocido que en la actualidad se producen abusos en varias cárceles del país árabe.   El ministro ha explicado que "la libertad tiene beneficios y desafíos" y ha indicado que "los tunecinos no han de tener miedo por los últimos acontecimientos, que tienen lugar incluso en los países más desarrollados".   Durante la rueda de prensa, Dilou se ha referido especialmente a los incidentes registrados el domingo entre las fuerzas de seguridad y miembros del grupo salafista Ansar al Sharia tras la prohibición del Gobierno de la celebración del evento anual de la formación en la localidad de Kairuán.   Los enfrentamientos se saldaron con la muerte de un manifestante en la capital en el marco de los enfrentamientos entre un grupo de unos 500 miembros de Ansar al Sharia y la Policía tunecina.   El incidente tuvo lugar en un momento de tensión entre las autoridades y Anshar al Sharia después de los enfrentamientos registrados apenas una semana antes tras la disolución violenta de varias manifestaciones de la formación salafista bajo el argumento de que no contaban con los permisos necesarios.   "No negociamos con gente sobre la aplicación de la ley", ha dicho Dilou, antes de destacar que "es necesario ser rígido en este aspecto con aquellas personas que han declarado la guerra a las fuerzas de seguridad".   "Túnez no es tierra para la 'yihad', y las autoridades lucharán contra los que están en contra de la democracia y los valores de un Estado civil", ha manifestado.   La semana pasada, el líder de Ansar al Sharia, Saif Alá Benahsine, alias 'Abu Iyadh', acusó al Gobierno de "tiranía" por prohibir las manifestaciones advirtió de que dicha postura equivale a "una declaración de guerra".   En marzo, Benahsine, que mantiene presuntamente lazos con la organización terrorista Al Qaeda, amenazó con derrocar al nuevo Gobierno tunecino, apenas un día después de que el primer ministro, Alí Laarayedh, le acusara de introducir armas de forma ilegal en el país.   Benahsine está en busca y captura por su presunta participación en la incitación  a los ciudadanos a llevar a cabo el ataque contra la Embajada de Estados Unidos en el país, que desató un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad que se saldó con cuatro tunecinos fallecidos.

OLEADA DE DETENCIONES

   En este contexto, las fuerzas de seguridad tunecinas han detenidos a un total de 274 personas durante los últimos tres días por su presunta participación en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.   El martes, el portavoz del Ministerio del Interior, Mohamed Alí Laroui, resaltó durante una conferencia de prensa que las autoridades se habían incautado cartuchos, uniformes de combate y contenedores con gas nervioso en varias de las operaciones contra los sospechosos.   Entre los detenidos está el portavoz del grupo, Seifeddine Rais, quien fue detenido el domingo en Kairuán cuando hacía 'footing' frente a las fuerzas de seguridad, hecho que fue considerado como una "provocación" por las autoridades tunecinas.   En respuesta al arresto, Ansar al Sharia ha convocado protestas el viernes frente a las sedes del partido islamista moderado Ennahda, el más importante del tripartito que conforma el Gobierno.   Asimismo, el Gobierno procedió el lunes a prohibir la formación y todas sus actividades, lo que representa un giro de 180 grados en sus políticas hacia el grupo. En los últimos meses, la oposición ha criticado al Ejecutivo por su pasividad ante las actitudes del grupo, que han recibido únicamente mensajes de condena por parte del Gobierno.   En este sentido, la oposición ha criticado duramente al Gobierno por su fracaso en la lucha contra los grupos 'yihadistas' presentes en el país y ha acusado a las autoridades de reconocer demasiado tarde la amenaza que suponen.

OPERACIONES EN CHAAMBI

   Este cambio de postura del Gobierno tunecino hacia Ansar al Sharia se enmarca en las operaciones de lucha antiterrorista lanzadas por las autoridades en el área del monte Chaambi, ubicado cerca de la frontera con Argelia, donde a principios de mayo fueron arrestados 37 presuntos 'yihadistas'.   La semana pasada, Túnez declaró que Chaambi "permanecerá como una zona militar cerrada" con el objetivo de "garantizar la seguridad de los ciudadanos".   Los arrestados están involucrados "de forma directa o indirecta" en un ataque contra un puesto fronterizo en diciembre y la colocación de minas en la zona, según las autoridades.   El ataque contra el puesto se saldó con la muerte de un miembro de la Guardia Nacional, mientras que la explosión de los artefactos plantados en la zona ha provocado heridas a 16 miembros de las fuerzas de seguridad, cinco de los cuales han sufrido la amputación de las piernas.   Túnez y Argelia comparten una frontera porosa utilizada habitualmente por contrabandistas y que ha sido usada en los últimos meses para la infiltración de combatientes y armamento. Por ello, Ben Nasr especificó que ambos países trabajan de forma conjunta para arrestar a los 'yihadistas' presentes en sus territorios.

TENSIONES ENTRE ISLAMISTAS Y LAICOS

   Desde la caída del Gobierno del expresidente tunecino Zine el Abidine ben Alí, a principios de 2011, se ha registrado un resurgimiento de los movimientos islamistas de corte radical en el país, que abogan por una interpretación estricta de la 'sharia' (ley islámica) y que han azuzado y protagonizado ataques contra personalidades laicas e izquierdistas del país, así como contra edificios y símbolos de otras religiones.   Estas tensiones entre salafistas y laicos han ido en aumento en Túnez desde que Ennahda ganara las elecciones en 2011. La formación acordó un Gobierno de coalición con dos partidos no religiosos y prometió no prohibir el alcohol, no imponer el uso de velo ni utilizar la 'sharia' como base de la legislación tunecina.   Además, el temor por el auge del terrorismo islamista ha aumentado entre la población tunecina desde que el pasado 6 de febrero fuera asesinado en la puerta de su casa Chokri Belaid, líder del Movimiento Patriótico Democrático Unificado, fuerza marxista y panárabe que forma parte del Frente Popular.   Las autoridades han detenido a cuatro milicianos salafistas como responsables del asesinato aunque mantienen que el principal responsable del crimen se encuentra huido.   Durante el año pasado, algunos grupos salafistas impidieron varios conciertos y obras de teatro en distintas ciudades de Túnez, alegando que dichos eventos violaban los principios islámicos. Los salafistas también saquearon la Embajada de Estados Unidos el pasado mes de septiembre tras la difusión de un vídeo sobre Mahoma, unas imágenes que provocaron graves altercados en todo el mundo musulmán.
(EUROPA PRESS) 

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