Esta es la historia de Turco, un precioso labrador al que nadie puede imaginar lo mal que le trató la vida. Pero el destino de turco, que se encontraba abandonado y al borde de la muerte, tenía unos mejores planes preparados para el, llegando a convertirse en un auténtico héroe a 4 patas que ha pasado de ser un vagabundo a un auténtico orgullo en el cuerpo de bomberos.
El inicio de un héroe:
Y ese fue el camino que el destino quiso marcar para que turco se encontrara con la soldado Cristina Plaza Jorge, quién con todo el amor de su corazón acogió a Turco, que se encontraba en un veterinario de Algeciras, y le dio un hogar. Turco pudo casi milagrosamente recuperarse de sus heridas, gracias sin duda a los mimos de Cristina, y recobró también la alegría. Durante 8 meses vivieron muy felices, a Turco le encantaba correr por la playa e incluso recuperó un peso normal, aunque seguía sin ladrar.
La llamada del destino:
Fue allí dónde el sobrino de una vecina, bombero del grupo de especialistas en rescates de la Junta de Castilla y León, lo vio corretear por el pueblo e intuyó enseguida que aquel chucho alegre, vivísimo, que lo olfateaba todo con la curiosidad de un detective, sin despistarse jamás, tenía madera de héroe. Pidió permiso a Cristina para hacerle una prueba de aptitud para ingresar como perro de rescate, ya que no resulta nada fácil encontrar candidatos que puedan ser capaces de superarlas, y Cristina aceptó aun con todo el dolor de su corazón. Cristina sólo les puso a los bomberos tres condiciones antes de donarles a `Turco´: que no le cambiasen el nombre, que le dejasen verlo cada vez que fuera a Valladolid y que, si el perro no superaba las pruebas, se lo devolviesen.
La prueba de fuego:
Turco ya está de vuelta en España, graduado tras salvar 18 vidas, y ahora se encuentra mordisqueando palitos (su gran afición) jugando con Dopy y sobretodo entrenándose diariamente para seguir salvando vidas. ¿A alguien le queda alguna duda sobre la nobleza de los perros?¡Bravo Turco!
Abrazos fieros para todos.