El mayor atractivo y símbolo del pueblo de Turégano, en la provincia de Segovia, es su castillo que tiene la singularidad de que tiene la iglesia de San Miguel integrada en su construcción. Pero, como en el dilema del huevo o la gallina ¿qué fue antes la iglesia o el castillo?.
La respuesta a esta pregunta está en el siglo XII en el que tuvo lugar la batalla de Alarcos (1195), en la que los cristianos sufrieron una gran derrota. Es posible que en aquel momento se decidiera construir una muralla rodeando el cerro en el que se había empezado a construir la iglesia románica de San Miguel.
Años después, fue el obispo Juan Arias Dávila el que decidió construir un castillo sobre la iglesia para defender las rentas y posesiones del obispado, aunque realmente lo que buscaba era fortalecer su posición tras haberse enemistado con el rey.
Aún hoy en día podemos ver las grandes moles que quedan de los restos de la muralla de adobe y argamasa que rodeaba primero la iglesia, y después el castillo.
El uso principal del castillo de Turégano fue el de refugio de Arias Dávila y de su invitado ocasional Fernando el Católico. Y sobre todo se utilizó como cárcel, tanto episcopal, como de Estado, siendo Antonio Pérez, secretario de Felipe II, el preso más famoso.
Por otro lado, en la foto de la portada de post puedes ver también la Plaza de España o de los Cien Postes a los pies del castillo, lugar donde se desarrolló desde antiguamente toda la actividad principal de Turégano. Desde escenario para la celebración de ferias y mercados que tanta importancia adquirieron en la villa, hasta coso taurino para festejar las célebres corridas medievales de la villa.
Y esto es todo sobre Turégano, espero que haya sido de tu interés.
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