Tengo que reconocer que estamos viviendo un estupendo momento con respecto a los cambias en cuanto a la comunicación de las marca. Poco a poco se van dando cuenta que la publicidad agresiva pasa a un segundo plano y ya no se nos conquista a base de bombardeos. Estamos cansados de la saturación de información y queremos que nos convenzan con acciones que nos transmitan sensaciones positivas. El turismo siempre ha sido una experiencia pero los destinos no siempre han sabido transmitirlo, siempre han recurrido más a los tópicos y no han profundizado hasta el punto de descubrir que el viaje no solo consiste en eso. Con todo el movimiento Slow, el marketing sensorial, la búsqueda de sensaciones, el turismo experiencial…., todo va un poco por los mismo derroteros. Queremos viajar por conocer, descubrir y sobre todo sentir.
De las últimas campañas que me han llegado me quedo con la Campaña de Turismo de Irlanda. No es porque tenga unos increíbles efectos especiales, porque haya primado la ostentosidad o porque salga algún famoso en el video…, todo lo contrario, porque prima la sencillez. Debe de quedar claro que mucha gente no nos motiva que Cristiano Ronaldo salga en el anuncio, sino que preferimos que al pescadero del barrio, el señor que vende el Pan o simplemente el típico abuelo que está sentado en el parque, ese seguro que nos dibuja una sonrisa.
Si echas la vista para atrás, siempre te acuerdas de cosas sencillas como el café que te tomaste en un lugar encantador, el señor que conociste simpático que vendía periódicos o lo amable que haya podido ser una persona cualquier que nos ayudó a llegar al hotel…, es en esto donde reside la fuerza de estas campañas.
Aquí os pasamos un pequeño fragmento de la campaña de “Turismo de Irlanda, hay que vivirla” que esperamos que os guste, ahora vosotr@s sois los encargado de profundizar en Irlanda, un país lleno de naturaleza, historia, tradiciones y sobre todo gente encantadora que te encontrarás: