España impulsa un nuevo modelo de turismo: el turismo marinero. Se trata de atraer viajeros que quieran conocer de primera mano cómo es el trabajo de los pescadores participando de su día a día y viviendo en directo las actividades de los trabajadores del mar.
Surgió como una iniciativa de los propios pescadores para ganarse una pequeña paga extra
Cataluña fue la pionera en organizar estas actividades de pesca-turismo y por ello se posiciona como la comunidad líder en número de turistas interesados en participar de este tipo de actividades.
Hoy cuentan con alrededor de 26 barcos esparcidos por todo el litoral catalán, desde Roses en Girona o Cambrilsen Tarragona, pasando por el Delta del Ebro y sus actividades en pesca y producción del mejillón.
Valencia y diferentes puntos clave de Galicia son otros de los puntos clave para ir a desarrollar este tipo de actividades y conocer además otro tipo de técnicas de pesca diferentes, como por ejemplo las bateas viguesas. De hecho Galicia, considerada la primera autonomía pesquera española, ha elaborado un proyecto llamado Come o Mar para dar a conocer y promover las actividades marítimas de sus 1.500 kilómetros de costa.
También Andalucía tanto en la Costa del Sol como en la zona costera gaditana, donde los turistas además de disfrutar del buen tiempo y alojarse en cualquiera de los numerosos hoteles de Cádiz o Málaga, pueden apuntarse para donde
El turismo marinero se centra en acompañar a los pescadores durante una jornada de trabajo conociendo no sólo sus actividades laborales, que van desde las técnicas de pesca hasta la llegada a la lonja, sino dónde comen, sobre qué suelen hablar, información sobre la pescatípica de la zona, historia de las localidades marineras, y todo lo relacionado con la vida de los profesionales del mar contada por ellos mismos.
No obstante
Una forma diferente de hacer turismo conociendo una actividad ancestral que ha marcado los modos de ser y organizarse de todos estos puntos de la geografía española. El turismo marinero