Turismo y Comercio Tradicional

Por Hatter @LaSombrereria

Comienzan a salir valoraciones sobre la ocupación turística del verano, y como es habitual pronósticos que se convierten en temas de acalorado debate en los medios. Hoteles, restaurantes, cafeterías, bares, alojamientos de turismo rural, dan su visión sobre ocupación y causas del descenso, que al menos este año parece que se está produciendo.
La crisis, el tiempo, la calidad y la variedad de la oferta turística; en fin, un innumerable rosario de motivos para encontrar los causantes de esta bajada.
Y con todo este panorama, técnicos, expertos y profesionales preparan las estrategias de cara a próximas temporadas buscando mejorar resultados y ocupación en las campañas venideras.

 
¿Pero qué pasa con el comercio? ¿No podría ser también un aliciente para el turismo? He visto que en algunas ciudades, como Bilbao o Logroño, ofrecen a sus visitantes visitas guiadas por los comercios más emblemáticos. Es verdad que por desgracia las ciudades se han convertido en clones, donde encontramos la misma oferta con los mismos productos, me estoy refirendo a nivel comercial. Mismas marcas, misma oferta y mismas fachadas. O sea, vista una vistas casi todas.
En mi caso, al menos, cuando visito alguna ciudad me gusta ver su oferta comercial, y no han sido pocos los viajes en los que mi motivo principal fue conocer comercios de otras regiones y ciudades. Pasear por Bilbao y ver la cantidad de buen comercio que tiene, o por Santander y encontrarse con establecimientos funcionando con muchos años a sus espaldas es, o creo que puede ser, un aliciente para el turista. ¿Quién no dedica parte de su tiempo de viaje a comprar un recuerdo, o un regalo?

Creo firmemente que el comercio también es responsable de la oferta turística, pero lamentablemente, nuestra aportación en la gran mayoría de las veces se limita a la inclusión de publicidad en los mapas y folletos turisticos que se editan cada año.
Ya sé que este no es un blog de turismo, pero sí de comercio, ya que al fin y al cabo las Sombrererías también son eso, comercios. Y que por nuestra peculiaridad podemos ser también atractivos turísticos, como lo pueden ser las librerías, ultramarinos, zapaterías. Comercios únicos y diferentes que dan a las ciudades también esa categoría especial e irrepetible.

Una clave que apunta hacia este tema es que en casi todas las guías de viaje aparece una sección de compras, en las que se recomienda la visita a una serie de comercios de la localidad. No entremos ahora a hablar de por qué unos sí y otros no.

¿Pero podemos desde el comercio hacer algo con respecto al turismo? Yo también creo que sí. Debemos mantenernos firmes con nuestro estilo y forma de hacer, ofreciendo nuestra peculiaridad y calidad en el servicio. Y demostrando que el concepto “comercio tradicional” tiene más significado que la venta.
En muchas ocasiones nuestros mostradores se convierten en espacios de conversación con el visitante, donde se hacen comentarios sobre la estancia, y en otras también nos convertimos en guías, recomendando un buen restaurante u hotel donde alojarse.

Hoy hemos aprovechado nuestro modesto espacio para reinvidicar la importancia del comercio, sobre todo el tradicional, en los destinos turísticos. ¿O acaso se imagina una ciudad sin comercios? ¿La visitaría?
Perdónenme por haberme apartado de los sombreros, aunque solo sea por un ratito, para reclamar que el comercio tradicional también sea contemplado como objetivo turístico.

Fotografías: Sombrerería Albiñana