Una caravana, una ruta por la Inglaterra rural, un perrito adorable y mucha sangre. Así es el viaje romántico que propone esta road movie sólo apta para aquellos que tengan el estómago preparado para una buena ración de humor negro. La peli es una locura, eso no se puede negar. Pero es una locura controlada en todo momento. El guión, la ambientación, y sobre todo los dos personajes protagonistas hacen que la hora y media que dura el film se te pase sin que te enteres. Además visualmente es una pasada. Cada muerte, aunque suene mal decirlo, es una delicia a nivel de realización. Si buscáis reflexiones sobre el ser humano, la violencia, el amor… os equivocáis de película. Si simplemente os queréis divertir, id corriendo al cine.
Lo mejor: es una locura muy bien contada.
Lo peor: sólo es apta para gente tolerante al humor negro.