Wheatley, quien ya sorprendiera a todos con Kill List -protagonizada por Neil Maskell, que les sonará de Utopía y que estará en lo próximo de Nacho Vigalondo- vuelve con una comedia a ratos negrísima, a ratos delirante e incomprensible. La historia de estos dos completos descarriados que van matando gente mientras que van visitando los parajes más bonitos de Inglaterra gana enteros a medida que se vuelve más cruda y loca.
La escritura vandálica y enferma de esta película corre a cuenta de Alice Lowe y Steve Oram, pareja de humoristas británicos con cierto renombre, que además ejercen de protagonistas del film, recayendo sobre sus gestos desquiciados tanto los momentos ácidos como aquellos que uno no sabe bien cómo calificar.
Es probable que cada vez suene más el nombre de Ben Wheatley en los medios -entre sus futuros proyectos se encuentra escribir una serie para la HBO-. Lo que está claro es que sabe hacer un tipo de comedia diferente, y eso se agradece.