Twisters

Publicado el 30 julio 2024 por Gerardo Pérez Sánchez @gerardo_perez_s

En esta permisiva y, en mi opinión, algo nociva, tendencia cinematográfica actual de revisar o rescatar éxitos de los ochenta y los noventa, le llega ahora el turno a “Twister”, filmada en 1996 por Jan de Bont (célebre director de fotografía de títulos tan relevantes como “Jungla de cristal”, “La caza del Octubre Rojo” o “Instinto básico”, y posterior director de “Speed”), protagonizada por Helen Hunt y Bill Paxton. Aquella peculiar catástrofe natural daba lugar a apenas algunas secuencias intensas, que permitían el lucimiento de los técnicos en efectos especiales. De resto, ofrecía más bien poco. Aun así, la fuerza de los tornados resultó suficiente para convertirla en la segunda película más taquillera de ese año, superada únicamente por otra gran muestra del género: “Independence Day”.

Casi tres décadas después se estrena “Twisters”, repitiendo Steven Spielberg como productor ejecutivo y partiendo de la misma idea, escrita en su día por Michael Crichton y Anne-Marie Martin. Lo que me sorprende es la presencia de Lee Isaac Chung detrás de la cámara, ya que este cineasta norteamericano de origen surcoreano se dio a conocer con “Minari. Historia de mi familia”, drama intimista de narración pausada y sensibilidad latente por el que recibió dos nominaciones a los Oscar en 2021. Y es que este salto a un cine de acción sustentado en los efectos visuales y en el montaje más trepidante supone un vuelco inesperado, por mucho que también haya firmado un episodio de la serie “The Mandalorian”.

En cualquier caso, la aspiración se centra en repetir lo ya contado y recaudado en el pasado. Lo primero lo consigue. Lo segundo, ya se verá. Evidentemente, la técnica se ha perfeccionado a lo largo de este período y determinados planos resultan más logrados, si bien no dejaba de asaltarme una y otra vez la sensación de “esto ya lo he visto” al observar la pantalla.

Salvo esta especie de timo consistente en volver a vender lo vendido, el largometraje manifiesta una construcción formal impecable y contiene los elementos básicos para el entretenimiento propio de los denominados “blockbusters”, por lo que hará las delicias de los aficionados a los cataclismos de la naturaleza y a los ritmos alocados. En ese sentido, logrará entretener, pero para mí no es suficiente, habida cuenta de que no me interesa demasiado esta modalidad de inclemencia meteorológica típicamente americana.

Narra las peripecias de una científica, antes dedicada al estudio de tormentas y tornados. Desde la ciudad de Nueva York, se ocupa de analizar con tranquilidad los patrones de dichos fenómenos en sus ordenadores. Sin embargo, otro investigador la convence para regresar a campo abierto y probar un nuevo e innovador sistema de seguimiento. Así, se forma un peculiar grupo que incluye a expertos e “influencers” (signifique lo que signifique), en torno al riesgo que supone localizar las inclemencias más devastadoras. A medida que la temporada climática se intensifica, se desatarán acontecimientos aterradores nunca vistos.

No cabe negar la profesionalidad del equipo responsable de esta producción, ni el logro en la consecución de escenas. Lo que, a mi juicio, supone previsibilidad y carencia de interés, es el resultado final en su conjunto. Creo que se necesitan más argumentos para una narración que supera las dos horas.

El elenco se compone de los actores Daisy Edgar-Jones (vista en “La chica salvaje” y “Normal People”); Glen Powell (que estrenó hace poco “Cualquiera menos tú” y que ha participado en otros éxitos veraniegos como “Top Gun: Maverick”); Anthony Ramos (integrante del musical “Hamilton” y de la versión de Bradley Cooper de “Ha nacido una estrella”); y Maura Tierney (miembro de la televisiva “Urgencias” e intérprete de “Insomnio” o “Las dos caras de la verdad”.