Estos datos hacen pensar que las horas centrales durante las que se está trabajando son las más estresantes y por tanto las que más malestar crean. El tipo de trabajo, el sueño y la duración de las jornadas son factores que influyen en el estado de ánimo de los usuarios y por tanto en sus Tweets. También se ha constatado que los mensajes positivos también se ven influenciados por la cantidad de horas de luz y que éstos abundan más los fines de semana, aunque eso es algo que ya podíamos suponer. Estos son datos que ya se conocían pero la popularidad de herramientas como Twitter ha permitido confirmar los datos y estudiarlos a gran escala y no solamente con pequeñas muestras de población. Una prueba más de que las redes sociales tienen todavía mucho jugo que extraer y que no sólo son meros canales de entretenimiento, sino de intercambio de información y, por qué no, fuentes científicas fiables.
Estos datos hacen pensar que las horas centrales durante las que se está trabajando son las más estresantes y por tanto las que más malestar crean. El tipo de trabajo, el sueño y la duración de las jornadas son factores que influyen en el estado de ánimo de los usuarios y por tanto en sus Tweets. También se ha constatado que los mensajes positivos también se ven influenciados por la cantidad de horas de luz y que éstos abundan más los fines de semana, aunque eso es algo que ya podíamos suponer. Estos son datos que ya se conocían pero la popularidad de herramientas como Twitter ha permitido confirmar los datos y estudiarlos a gran escala y no solamente con pequeñas muestras de población. Una prueba más de que las redes sociales tienen todavía mucho jugo que extraer y que no sólo son meros canales de entretenimiento, sino de intercambio de información y, por qué no, fuentes científicas fiables.