Twitter y peridismo

Publicado el 22 mayo 2013 por Isabelvazquez @isabelvazquez_

Desde que se fundase en 2006 como red mundial de microblogging, Twitter no ha dejado de  ganar terreno en funcionalidades sociales y en usuarios adeptos, conocidos como twitteros. Su peculiaridad principal es la limitación del mensaje a 160 caracteres, y las posibilidades de interacción y, sobre todo, de difusión son increíbles.

En cuanto a su uso social existe una gran controversia entre los que creen que es una red social en su estado más puro y otros usuarios que apoyan el uso de Twitter como un medio de comunicación o información.

Por un lado, nunca habría que poner en duda el fenómeno social que ha supuesto este portal en la actualidad. Twitter ha revolucionado la estructura clásica de red social; ahora la inmediatez es más inmediata que nunca, y las posibilidades de difusión son infinitamente infinitas. En este terreno entran en juego los medios de comunicación y los periodistas, actores clave en la formación de la actualidad diaria, que ahora cuentan con una plataforma, libre ideológicamente, que goza de una amplísima difusión y que, además, resulta ser accesible a todo el mundo.

Todos sabemos que cuando algo no aparece publicado en los medios de comunicación no significa que no esté ocurriendo o que no sea relevante. Detrás de los periódicos, radios y televisiones existe una gran imposición, una determinada postura ideológica, definida por una serie de intereses e inversiones publicitarias que condicionan la elección de unas noticias u otras, o lo que es lo mismo: configuran nuestra concepción de la actualidad.

Sin embargo, Twitter, al ser una red formada por millones de usuarios de todo el mundo, no puede censurar la publicación de ninguna información. Es por ello por lo que muchas veces nos enteramos de las noticias más relevantes a través de esta red, y también es por ello por lo que muchas veces son los telediarios y los periódicos los que basan sus noticias en publicaciones realizadas previamente en Twitter. Podríamos decir que los Trending Topics serían los grandes titulares del noticiero instantáneo Twitter.

Por otro lado, no podemos olvidar los principios básicos de la ética periodística, como el análisis de datos, el contraste de fuentes, la elaboración de contenido de calidad, etc. Y es que con Twitter cualquiera puede convertirse en comunicador, algo muy positivo para las redes de información ciudadana y los medios colaborativos, pero a la vez muy en detrimento de los principios de una información veraz y de calidad.

Todo lo que se lleve al extremo resultará siempre peligroso y maligno, como lo ocurrido con la difusión de la falsa muerte de Manolo Escobar o el supuesto golpe de estado que jamás tuvo lugar en Portugal. Como este tipo de ejemplos hay miles de bulos y falsos rumores circulando continuamente por Twitter. Así, vemos como cualquier persona puede diseminar con tanta facilidad un engaño, elevándolo a categoría de rumor y convirtiéndose rápidamente en “noticia”. El problema surge cuando se desata la alarma social en la población.

En definitiva y a modo conclusión, creo que éste es un tema que resulta muy controvertido. Como usuarios y participantes de la red no podemos negar el poder informativo propio de Twitter, pero tampoco se puede afirmar con todas las de la ley que se trate de un medio de comunicación puro. No olvidemos que el informar es una tarea de índole periodística y no un juego para alimentar continuos rumores.