‘Two Lovers’ – Personajes perdidos en una película encontrada

Publicado el 13 mayo 2010 por Cinefagos

Ha vuelto a pasar: Una gran película despreciada por la industria española. Es una pena, sinceramente. Una pena que hayamos tenido que esperar la friolera de dos años para que se estrene en nuestro país (tras pasar por Cannes de 2008 y ser alabada por todos).

No consigo entender cómo los distribuidores y exhibidores españoles no se plantean ver más allá de sus propias narices y no quieren buscar algún cambio en su modelo de negocio (que a mi entender está desfasado). Creo sinceramente que el público no quiere ver más blockbusters estúpidos y prefabricados, que ya está harto, y que la única razón por la que estos blockbusters siguen dando tanto dinero es porque los espectadores no tienen ninguna otra alternativa. Me pregunto qué pasaría si toda la promoción engañosa y todo el márketing escandaloso que tuvo, por ejemplo, ‘Furia de titanes’ fuese para ‘Two Lovers’. Supongo que al menos la gente no saldría del cine sintiéndose estafada. Y ahora los distribuidores siguen erre que erre arriesgando lo menos posible aprovechando el tirón del 3D con unas entradas infladas de precio. Me duele decirlo pero ¡ojalá la jugarreta del 3D les salga como el culo!

¿Cómo enfadar a un peso pesado de la industria cinematográfica española? Pues yo creo que así:

Two Lovers. Una historia de amor que no es adolescente (ni post adolescente -véase Sarah Jessica Parker’s Films-).

-¡Maldita sea! No convenceremos ni a niñas sedientas de comprensión amorosa ni a sus madres sedientas de juventud perdida. ¿Cómo conseguiremos hacer que sus maridos nos paguen entradas?

Un drama noble sin artificiosidad ni trampas.

-¿Cómo va atraer al público una película que no tiene ningún artificio engañoso?

Una historia personal sin pretensiones grandilocuentes.

-¡Mierda! ¿Cómo vamos a contar la gran historia americana en una película íntima a cerca de un capítulo amoroso en la vida de un esquizofrénico? ¿A quién le importa?

Un director sin “nombre”.

Así que James Gray… 4 películas en 16 años… ¿quién coño es este tipo?

Un final moralista y maduro -de los más inteligentes que recuerdo en ninguna película romántica-.

¿Dónde está el filón? ¿A quiénes le recomendarán la peli la gente que salga del cine si no tiene ningún final facilón ni predecible?

‘Two lovers’ narra la historia de un joven con problemas emocionales llamado Leonard (Joaquín Phoenix) que, tras ser abandonado por su prometida, se muda a casa de sus padres y ve como dos nuevas mujeres entran en su vida: Michelle y Sandra (Gwyneth Paltrow y Vinessa Shaw respectivamente). Michelle es una mujer misteriosa y con problemas parecidos a los del protagonista, y Sandra es una chica simple y bondadosa.

Lo que parece en un principio una simple y típica historia de amor se convierte en una deliciosa y complicada marabunta de sentimientos que se cruzan y se enredan y ponen en jaque a todos los protagonistas.

El punto de vista del film se centra en el personaje de Joaquín Phoenix (que borda un papel nada fácil de forma extraordinaria -mereciéndose todas las nominaciones posibles a todos los premios del mundo-). Leonard -personaje complejo magníficamente escrito por James Gary- ve como su depresión y su mal estar desaparecen cuando el amor entra en su vida. Y entra por dos caminos diferentes (dos mujeres diferentes): el camino de la asimilación de un amor venidero y del frenesí de un amor imposible. El guión es un prodigio en cuanto a conversaciones transcendentales y sinceras, una de las cosas que más llaman la atención.

La película se cierra de forma chocantemente madura con una moraleja. Un apasionante golpe de efecto en nuestras pasiones (tanto con la película como con la vida real). Segundas oportunidades nunca fueron más dolorosas. Segundas oportunidades nunca enseñaron tanto. El magnífico guión de ‘Two lovers’ es sin duda una intrusión en lo más profundo de la racionalidad de los sentimientos humanos. Esa es la diferencia de ‘Two lovers’ con las demás películas del género. ‘Two lovers’ cabalga sola. ‘Two lovers’ es una pieza única.

ZachTriunff