UCRANIA 2016; (II) El país sigue vivo, con la divisa propia por los suelos, los precios en las nubes, pero en las calles abundancia de coches.

Por Salpebu
Todos en Ucrania hablan de crisis y de altos precios; dicen que la guerra contra los pro-rusos en el este proporciona dolor por los muertos y altos costes al presupuesto nacional.Pero en Kiev lo que se aprecia a primera vista es un tráfico más tupido y endiablado que nunca y la abundancia de vehículos nuevos grandes tipo 4x4.En las tiendas y en el supermercado, los precios se han triplicado prácticamente y la divisa (la Hryvnia) se ha establecido respecto al Euro en una paridad de 30 a 1.Así pues, si se han traído Euros, todo parece más barato, pese a que está bastante más caro.Las gentes se muestran escépticas sobre el futuro, dicen que el gobierno gasta mucho y hace poco (como en tantos y tantos países), aunque ya tiene mérito, opino yo, mantener una nación en marcha y sostener el orgullo, pese al constante acoso de Rusia, vía independentistas.Una vez adelantado todo ello, en la crónica de este viaje he de indicar que sufrimos en Ucrania los problemas del especial clima de este año en todo el mundo, ya que hallamos más días de nieve (ligera) y agua-nieve y de bajas temperaturas que en otras ocasiones a la misma altura del año.Después de disfrutar jugando con nuestra nietecita y sin dejar de lado el buen vodka, nos lanzamos a la calle para pulsar la vida diaria, y a fe que lo hicimos mediante una primera buena y amplia compra en un gran supermercado de una cadena francesa, tras lo cual decidimos a la hora del almuerzo pasarnos por un establecimiento de hamburguesas cercano, en el que tomamos en parca colación uno de esos inventos americanos, con las consabidas patatas fritas y la cola de rigor. Al tiempo que a nuestra nieta Mila le era regalado un globo con el que se enjugazó.
Fue muy grato ver a la niña disfrutando con el globito, pero ello entrañó el comienzo de una incidencia y accidente personal que iba a marcar el resto de nuestra estancia en Ucrania.Pero, salvo adelantar que se fue resolviendo felizmente, es mejor dejar la narración para siguientes entradas, y así mantener al menos una cierta intriga.
"Mil cosas avanzan. Novecientas noventa y nueve retroceden. Esto es el progreso" Henry F. Amiel(1821-1881) Escritor suizo.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA