Como la vía no estaba precisamente en buenas condiciones, con firme muy deficiente y multitud de viejos camiones, el tiempo de viaje se hacía casi eterno y el conductor, en este caso yo mismo, se veía en la necesidad de efectuar varias paradas, no solamente por causa de sus exigencias fisiológicas, sino también para al menos tomar un café que mantuviera la capacidad de conducción. Pues bien, en ese viaje, durante más de quinientos kilómetros resultó imposible hallar un bar, barete o casa de comidas, en la que se pudiera tomar un café, ya que ni existían las cafeteras, y se indicaba que solamente era viable servir un te, ya que para ello bastaba con hervir agua e introducir las hierbas de la infusión.
Así, surgió la guerra del este, el enfrentamiento con Rusia y los pro-rusos, que causó la expoliación de Crimea y sembró de destrucción las dos ricas regiones de Donestk y Lugansk, y la economía de la nación ucraniana, nunca boyante, se deshizo como un azucarillo, volviendo a dominar los oligarcas (ahora de otro signo) y continuando la corrupción. Parecería, pues, que Ucrania va abocada al caos o a su derrumbe. Pero no es así. He tenido una vez más la ocasión de comprobar cómo el pueblo ucraniano, especialmente la juventud, con base en su buena y sólida educación desde la escuela primeria y excelente formación universitaria en muchos casos, ha conseguido sobreponerse a las dificultades de la economía interna y ha ido alcanzando objetivos laborales importantes, si bien en muchos casos basados en trabajos para empresas y organizaciones extranjeras o de tipo mixto. Está abierto, así, un tiempo de transición, en el que, pese a la insatisfacción notoria con los políticos (poco hacen y poco más pueden hacer mientras no se produzca un cambio esencial en las condiciones socio-económicas), la nación sigue pudiendo soportar
Cierro esta serie de comentarios sobre la Ucrania de 2016, poniendo de manifiesto que, cuando me desplazaba con mi esposa a una comida con sus amigas y colegas de la medicina y fuimos recogiendo en sus diferentes domicilios a cada una, me resultó sorprendente que tras las salutaciones de rigor, se hilvanara durante el viaje el comentario sobre la aplicación de la física cuántica a la medicina, con un alto nivel de expresión y análisis. Quedé tan maravillado como sorprendido de la predominancia intelectual entre amigas y colegas, que me prometí contarlo a mi regreso a esta España
Así lo hago y espero llame la atención del lector.¡En España “pasamos” de Europa y en Ucrania se suspira por llegar a integrarse!Y es que nunca llueve a gusto en la casa de cada uno.SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA