La mejor prueba de ello nos la da el jefe militar de los rebeldes en
propio Strelko reconoció el 26 de abril en una entrevista al diario ruso Komsomolskaya Pravda que al menos un tercio de sus hombres eran “voluntarios” rusos y que tras liberar Crimea se disponían a continuar su tarea en Donetsk. Igual que en Crimea los soldados rusos iban sin insignias, en Ucrania los operativos de la inteligencia y fuerzas especiales rusas son fácilmente distinguibles por sus pasamontañas. Que nadie se haga ilusiones; Rusia está detrás de estos milicianos y su objetivo es claro: dado que la anexión formal del este de Ucrania tendría un coste internacional muy elevado, prefiere anexársela de facto. ¿El modo?: una cantonalización que integre de facto el este de Ucrania en Rusia y lo aísle del resto del país. Que nadie se llame a engaño.…
Mal está la cosa, y peor acabará, ya que Ucrania es hoy una nación sin estructura política, sin líderes acreditados por las urnas, sin reservas económicas, sin criterios defensivos, esperando un maná que nunca le llegará de Occidente.
Tengo la tentación muchas veces de escribir que lo mejor para Ucrania sería ser entregada en bandeja a Rusia, pero me resisto a ello, porque implicaría una cobarde opinión.
Lo que acontece es que Rusia tira la piedra mediante activistas y tropas de élite infiltrados, el gobierno de Kiev apenas si se sostiene y poco puede hacer, salvo aparentar fuerza tratando de combatir rebeliones, y Occidente –USA incluida—dice aplicar medidas que apenas si se notan, acobardada como está Europa por una posible carencia de gas.
En Ucrania actualmente es imposible obtener divisas para viajar al extranjero, y parece ser que muchos bancos hacen “corralito”, limitando los importes a reintegrar a los clientes.
La vida sube y sube, el nivel de bienestar se apaga…
¡Vaya cinismo! ¡Vaya intromisión agresiva!
Mañana España va a invadir Marruecos, porque ha de proteger a la población castellano parlante…¡Absurdo!
Pero la serpiente sigue enroscándose en Ucrania y pronto la engullirá, cuando haya asfixiado al país, mientras Occidente se rasgará las vestiduras, en una postura de ligereza y cinismo que sugiere su debilidad…Ayer me decía un ucraniano: ¡Ya ni Dios puede salvar a Ucrania…!“Un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo”.- Sófocles (495AC-406AC) Poeta trágico griego.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA