Las negociaciones por la crisis de la deuda griega han llegado nuevamente a un punto muerto tras ser rechazado el último plan de presiones impuesto por Alemania: ceder el control presupuestario de Grecia a la UE. A los ojos de Angela Merkel, el avance logrado por Lucas Papademos en el ordenamiento financiero de Grecia ha sido nulo, y de ahí su exigencia a que Grecia ceda el control de su presupuesto a los eficientes funcionarios germanos. Sin embargo, una alta fuente del Gobierno heleno declaró que Atenas no aceptará que Alemania controle su política presupuestaria, dado que esto sería renunciar a la soberanía del país.
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